Tendí las arenas en tu playa
para que por tus venas pasaran
mis misterios.
Tendí en mi cama
las sábanas
para escuchar el ritmo de tu
cuerpo.
Tendieron las velas los barcos solitarios
se estrellaron las
olas en su cansancio
Y cuando nieva
el río se silencia y vuelve escarcha
Mientras tanto
adentro mío tu mirada vive, muy
intensa,
amorosa y cada vez más pura, la beso y me despiertas.
Marta Zabaleta