No me pidas que escarbe en los olvidos
porque voy a
encontrarte, no tan lejos.
Y voy a verte mudo.
Y vas a
verme ciega.
Y voy a ver tu sombra en los pasillos.
Y vas a
ver mis sueños escondidos.
Y vas a reclamarme tu presencia.
Y
voy a refugiarme en mis ausencias.
Y vamos a olvidarnos del
olvido.
No me pidas que escarbe en la esperanza
porque voy a
encontrarte, quizás lejos.
Y quizás nos pidamos un respiro
una
paz mullida, un pasto tierno
y quizás nos besemos en las
puertas
acunando el olvido, ya sin penas.
Gabriela Mari