Apartaos de mí, que me he arrancado
esa mitad de sombra
a manos llenas
para arrojarla al sol con la alegría
con
que se iza al viento una bandera.
Apartaos de mí, porque he
lanzado
los caballos del sueño a la carrera
y un galopar
de potros se desboca
como un golpe de sangre por mis
venas.
Apartaos de mí, que estoy ardiendo
con la
llama agitada de una tea.
Todos mis dioses se han venido
abajo:
Sólo el momento y yo como una ofrenda.
Nuria Parés