El olvido no existe. La belleza
se añora sin cesar y se
persigue:
memoria y profecía de sí misma.
La belleza es un
sino, lo mismo que la muerte.
Teníamos once años,
y la
palabra abril significaba
igual para los dos…
Puede el
amante
dejar de amar, pero, ay, amará siempre
el tiempo en el
que amó:
cuando, al amanecer,
cabía el mundo entero
dentro
de una mirada;
cuando rompió a cantar
lo que no se sentía con
fuerza de decir.
Antonio Gala