sábado, 16 de marzo de 2013

AQUÍ EN MI CUERPO

Aquí en mi cuerpo
acabó de pasar el mediodía
y por mi piel respira un agua
atardecida.
Los labios están secos,
guardo en la lengua
los aromas.
Si acaso pusieras
tu mano
entre mis muslos
sabrías que estás vivo.
Saborearías mi sal.
Haríamos un pozo
en el tiempo,
y dejaríamos que el sol
nos madurara. 

  Renata Durán

jueves, 14 de marzo de 2013

EL INICIO

Estás desnudo
y tu suavidad es inmensa
tiemblas en mis dedos
tu respiración vuela adentro de tu cuerpo

eres
como un pájaro en mis manos
vulnerable
como sólo el deseo podría hacerte vulnerable
ese dolor tan suave con el que nos tocamos
esa entrega en la que conocemos
el abandono de las víctimas

el placer como una fauce
nos lame nos devora
y nuestros ojos se apagan
se pierden

 Verónica Volkow

martes, 12 de marzo de 2013

POEMA TERCERO CONSUMACIÓN

I
Tus brazos
como blancos animales nocturnos
afluyen donde mi alma suavemente golpea.
A mi lado,
como un piano de plata profunda
parpadea tu voz,
sencilla como el mar cuando está solo
y organiza naufragios de peces y de vino
para la próxima estación del agua.
Luego,
mi amor bajo tu voz resbala,
Mi sexo como el mundo
diluvia y tiene pájaros,
Y me estallan al pecho palomas y desnudos.
Y ya dentro de ti
yo no puedo encontrarme,
cayendo en el camino de mi cuerpo,
Con sumergida y tierna
vocación de espesura,
Con derrumbado aliento
y forma última.
Tú me conduces a mi cuerpo,
y llego,
extiendo el vientre
y su humedad vastísima,
donde crecen benignos pesebres y azucenas

y un animal pequeño,
doliente y transitivo. 

 Eunice Odio

domingo, 10 de marzo de 2013

Reconstruiré una a una las arrugas de tus ojos

Reconstruiré una a una las arrugas de tus ojos
para bebérmelas de golpe en primavera.
 
Atravesaré con mi tacto los pliegues de tu boca
para sorberlos como un mejunje medieval.
 
Tu voz dejaré que la reconstruya el mar
para más tarde sellarla con un ramillete de algas.
 
Después me columpiaré en tus quejas
(como plumas de siniestras palmípedas)
y atravesaré con mi sangre el hilo de tu aliento.
 
Neus Aguado 
  

viernes, 8 de marzo de 2013

SOBRE LOS DULCES CANSANCIOS

Hombre de la medida justa
para mis caderas,
recipiente de todos los temblores
de mi cuerpo,
madera antigua, de fino roble,
erecto.
Volcán de lava que me siembra
hacedor de los dulces cansancios,
la ondulación de mi vientre,
de mi piel estrecha y concreta.
Navégame, marinero alucinado,
navégame y viérteme luego
en tus manos.
Soy todos los frutos
y tú
todos los labios.
Bebámonos.

Ana Milena Puerta

miércoles, 6 de marzo de 2013

Plenilunio


Todas las rosas
abiertas las espitas
fluyen entre tus dedos
Mira amiga la noche encorvada por los luceros
Tapad la luna que se derrama
Los surtidores juegan entre los árboles
los surtidores finos como espigas
Y mis labios hacen cantar tus mejillas.

Pedro Garfías

lunes, 4 de marzo de 2013

Ni siquiera conozco tu sombra.

Ni siquiera conozco tu sombra.
Sin embargo
 regreso sin descanso
y me tiendo a tu lado en tu voz
en tu sed
en el tacto insaciable 
con que rastreo a ciegas tus rasgos
con mis dedos.
Y te llevo a mi piel.
Y siento que tus muslos 
aprietan con el celo de lo deshabitado.

Gozamos
el secreto pacto
 de lejanías 
         que anuda nuestros cuerpos
 en una memorable batalla despojada
de heridas y arrogancias.

Una trama ilesa
bellamente perversa insiste en atraparnos.
Y estamos atrapados
aquí
en el Sur más sur.
En esta factoría de la imaginación oculta
 en el reverso
de los acantilados.
 
 Ana Emilia Laihitte