Juraría que he sido feliz
una vez en la tierra.
Pero tú no lo sepas, mi alma,
pero tú no lo sepas.
No sé el día, el año tampoco,
ni el siglo siquiera,
ni si fue de mañana o de tarde
o noche serena.
Pero yo juraría que un día
fue la paz de la guerra.
No sé quién estaba conmigo,
si era blanca o morena,
ni si era de amor o del solo
temblor de la yerba.
Pero yo juraría que fue
verdad verdadera.
Yo de cierto no sé si fui yo
o fue otro cualquiera:
sólo que era feliz y que toda
la vida lo era.
Pero tú no lo sepas, mi alma,
pero tú no lo sepas.
Agustín García Calvo
"...amo una maravillosa estatua mutilada; un texto no terminado, un fragmento de cielo inscrito en la ventana de la vida". Julio Cortázar
domingo, 11 de julio de 2010
viernes, 9 de julio de 2010
Não te chamo para te conhecer
Não te chamo para te conhecer
Eu quero abrir os braços e sentir-te
Como a vela de um barco sente o vento
Não te chamo para te conhecer
Conheço tudo à força de não ser
Peço-te que venhas e me dês
Um pouco de ti mesmo onde eu habite.
Sophia de Mello Breyner Andresen
Eu quero abrir os braços e sentir-te
Como a vela de um barco sente o vento
Não te chamo para te conhecer
Conheço tudo à força de não ser
Peço-te que venhas e me dês
Um pouco de ti mesmo onde eu habite.
Sophia de Mello Breyner Andresen
martes, 6 de julio de 2010
Día siete, El compás roto
Pero esta noche el capitán, borracho
de ron y de silencios,
me deja la memoria a la deriva,
y este viento civil entre los árboles
me sabe amar, me sabe a mar colérico en los mástiles,
a memoria morosa en las heridas,
a norte y sur de rosa de los tiempos.
Gilberto Owen
de ron y de silencios,
me deja la memoria a la deriva,
y este viento civil entre los árboles
me sabe amar, me sabe a mar colérico en los mástiles,
a memoria morosa en las heridas,
a norte y sur de rosa de los tiempos.
Gilberto Owen
jueves, 1 de julio de 2010
El recuerdo
Con ser tan gigantesco, el mar, y amargo,
qué delicadamente dejó escrito
-con qué línea tan dulce
y qué pensamiento tan fino,
como con olas niñas de tus años-,
en este caracol, breve, su grito.
Gilberto Owen
qué delicadamente dejó escrito
-con qué línea tan dulce
y qué pensamiento tan fino,
como con olas niñas de tus años-,
en este caracol, breve, su grito.
Gilberto Owen
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