domingo, 25 de abril de 2021

NOCHE DE AMOR



¡Cómo sueña mi alma la idea
de una noche completa en tus brazos
diluyéndome toda en caricias
mientras tú te me das extasiado!
¡Qué infinito el temblor de miradas
que vendrá en la emoción del abrazo,
y qué tierno el coloquio de besos
que tendré estremecida en tus labios!
¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquél de tu abrazo!

¡Cómo siento mi amor floreciendo
en la mística voz de tu canto:
notas tristes y alegres y hondas
que unirán tu emoción a tu rapto!
¡Oh la noche regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo!

JULIA DE BURGOS

viernes, 23 de abril de 2021

TENDERME LUJURIOSA

 Hoy anhelo desmigar mi cuerpo,
tenderme lujuriosa en tus muslos
para amarte suave, lenta,
profunda y brutalmente.

Querido,
desde el mes pasado hasta hoy,
tan sólo ha sido abrirme de piernas,
fingir para hacerte feliz
para que pronto me bajes
de la cruz objeto de tu instinto,
para que pronto llegues al orgasmo
y me dejes dormir.

Pero esta noche no habrá tregua,
lavaré mi ansiedad
en el pulso de tu carne,
te lloveré por cada poro
hasta que aprendas de memoria
como amando se tiene sexo.

Querido,
esta noche tengo ganas
y te haré el amor
hasta complacerme.

Silvia Rodríguez Bravo

miércoles, 21 de abril de 2021

INCONFESIONES


Es tan adorable introducirme
en su lecho, y que mi mano viajera
descanse, entre sus piernas, descuidada,
y al desenvainar la columna tersa
–su cimera encarnada y jugosa
tendrá el sabor de las fresas, picante–
presenciar la inesperada expresión
de su anatomía que no sabe usar,
mostrarle el sonrosado engarce
al indeciso dedo, mientras en pérfidas
y precisas dosis se le administra audacia.
Es adorable pervertir
a un muchacho, extraerle del vientre
virginal esa rugiente ternura
tan parecida al estertor final
de un agonizante, que es imposible
no irlo matando mientras eyacula.

Ana Rossetti


lunes, 19 de abril de 2021

Conclusión

 


El amor, mi amor, surge cuando las palabras nacen del cuerpo.

 

 Homero Carvalho Oliva

sábado, 17 de abril de 2021

Poema vertical

 


Anoche

el delta

de tu cuerpo

fue un poema

escrito sobre mis labios.

Homero Carvalho Oliva

jueves, 15 de abril de 2021

Sinónimos

 

Los diccionarios

de sinónimos

dicen que penetrar

también es intuir,

atinar, enterarse,

descifrar, conocer

interpretar, adivinar,

comprender, sentir,

percibir, entender

afectar y alcanzar.

Esa primera vez

por fin entendí

lo que significaba

un sinónimo.

 Homero Carvalho Oliva

 

martes, 13 de abril de 2021

Mitades

 

Desnuda sobre la cama,

con la ventana abierta al mundo

y las cortinas aleteando en la leve oscuridad,

la luz de la Luna divide tu cuerpo en dos:

uno está al lado mío y el otro siempre está en mi memoria.

 

 Homero Carvalho Oliva

domingo, 11 de abril de 2021

LUZ DE VIDA

 


Vivíamos en la misma ciudad,
pero no nos conocíamos.

Eras alta, eras guapa y eras rubia.

Como los claros del bosque
y la soledad del monte,
eras la luz en busca de la vida.

Eras la cercanía del agua
y el perfume del huerto.

Eras alguien que lo tiene todo
y no sabe de heridas.

Eras como la cumbre,
donde despierta siempre la esperanza.

Como el silencio eterno de las iglesias
repartido por la tierra.

Como los rostros ocultos,
donde descansa el mundo.

Eras lo que tenía que llegar,
recién llegado.

El cuerpo que querían los otros.

En un lugar conocido,
una llave desconocida.

Eras la luz en busca de la vida.

Tenías el secreto
de la luna y la noche.

Vivías en un mundo creado
por la alegría del sueño.

Eras la luz en busca de la vida.

 

 Manuel Ruiz Amezcua


viernes, 9 de abril de 2021

Travieso

 Hay un niño escandaloso

que despierta dentro de mí

cada vez que juego con tus pezones

y los convierto en golosinas

 

 

Homero Carvalho



miércoles, 7 de abril de 2021

AMO, AMAS

Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo.

Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

  RUBÉN DARÍO

lunes, 5 de abril de 2021

DÉJAME SUELTAS LAS MANOS

 

Déjame sueltas las manos
y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo.

La pasión -sangre, fuego, besos-
me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tú no sabes lo que es esto!
Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.

Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
Y está aquí, mujer, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!

Déjame libres las manos
y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!

No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias, acercamiento de lo imposible,
pero estás tú,
estás para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste-
como yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!

 Pablo Neruda



sábado, 3 de abril de 2021

EL ABRAZO

 Los dos cuerpos
avanzan, después de romper el espejo
intermedio, cada cuerpo reproduce
el que está enfrente, comenzando
a sudar como los espejos.

Saben que hay un momento
en que los pellizcará una sombra
algo como el rocío, indetenible como el humo.

La respiración desconocida
de lo otro, del cielo que se inclina
y parpadea, se rompe
muy despacio esa cáscara de huevo.

La mano puesta en el hombro de la mujer.
Nace en ellos otro temblor,
el invisible, el intocable, el que está ahí,
grande como la casa, que es otro cuerpo
que contiene y luego se precipita
en un río invisible, intocable.

Las piernas tiemblan, afanosas de llegar
a la tierra descifrada,
están ahora en el cuerpo sellado.

Comienza apoyándose enteramente,
un cuerpo oscuro que penetra
en la otra luz
que se va volviendo oscura
a penetrar.

Lo oscuro húmedo que desciende
en nuestro cuerpo.
Tiemblan como la llama
rodeada de un oscilante cuerpo oscuro.

La penetración en lo oscuro,
pero el punto de apoyo es ligeramente incandescente,
después luminoso
como los ojos acabados de nacer,
cuando comienzan su victoriosa aprobación.

La mano no está ya en el otro hombro.
Se establece otro puente
que respaldan los cuerpos penetrantes.
Ya los dos cuerpos desaparecen,
es la gran nebulosa oscura
que apuntala su aspa de molino.

Los dos cuerpos giran
en la rueda de volantes chispas.
Como después de una lenta y larga nadada,
reaparecen los cabellos llenos de tritones.

Miramos hacia atrás separando el oleaje
Y aparece el desierto con alfombras y dátiles.
Los dos cuerpos desaparecen
en un punto que abre su boca.

Lo húmedo , lo blando,
la esponja infinitamente extensiva,
responden en la puerta,
abrillantada con ungüentos
de potros matinales
y luces de faisanes con los ojos apenas recordados.

El dolmen que regala los dones
en la puerta aceitada,
suena silenciosamente su madera vieja.

Los dos cuerpos desaparecen
y se unen en el borde de una nube.
La manta, la lechuza marina,
seca el sudor estrellado
que los cuerpos exhalan en la crucifixión.

El árbol y el falo
no conocen la resurrección,
nacen y decrecen con la media luna
y el incendio del azufre solar.

Los dos cuerpos ceñidos,
el rabo del canguro
y la serpiente marina,
se enredan y crujen en el casquete boreal.

 José Lezama Lima

jueves, 1 de abril de 2021

MUJERES TRANSPARENTES


Existen mujeres transparentes que fueron concebidas por los dioses. Son, como el perfil del aire: livianas, ingrávidas, etéreas.
Su delicado tacto se asemeja al beso de los ángeles y la fragilidad de su mirada a la de la porcelana china. Cuando lloran liberan minúsculos cristales que se evaporan al contacto con el aire y su piel deja al descubierto con igual proporción el alma, las arterias, los órganos vitales o el pensamiento.
De noche, cuando duermen, reflejan en las sábanas imágenes oníricas o apasionadas escenas de jóvenes amantes; sus pechos parecen vidrieras por donde asoma los ojos el amor.
Son criaturas de largas piernas, con muslos interminables, cabellos de fuego y delicadas cinturas. Al andar imitan el movimiento de un océano de trigo movido por el viento y en sus brazos siempre habita la vida.
Me gustan las mujeres transparentes, sencillas, sin cubiertas ni máscaras. Siempre tuve debilidad por la delicadeza con que fueron agraciadas.


José Sarria