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domingo, 14 de julio de 2013

La hora

Quisiera verte a esa hora
en la que nadie busca a nadie,
en la que los hombres hablan solos
o, si mucho me apuras, hablan consigo mismo.
Quisiera verte a esa hora
en la que el humo empaña los cristales
y la vida entera escapa de su cárcel de noche
o, si mucho me apuras, de las palabras vanas.
Quisiera verte a esa hora
en la que todos duermen y velan los espíritus,
en la que los zapatos se ensucian de tanto caminar
o, si mucho me apuras, de arrastrar ilusiones por el fango.
Búsqueda. Soliloquio.
Cárcel. Silencio. Camino y fango.
No son más que palabras.
Palabras que saldrían de mi boca
en esa hora en que quisiera verte
para envejecer contigo
o, si mucho me apuras, para concluir con la
desesperanza...   

Inma Arrabal

domingo, 14 de abril de 2013

Te descubro

El silencio envuelve las palabras para poder oírte...
Y te descubro.
Te descubro en la música del agua,
en el jugo de moras de tu boca
y en la hiel que expulsas gota a gota, eco a eco...
Voy a soñar con un leve roce de tus labios
y que mi piel se eriza en el contacto.
Para sacarte el corazón me basta sólo un beso.
Deja las dentelladas para luego,
ya vendrá la pasión en remolino a bebernos el alma
y entonces mi melena reflejará más clara el sol teñido.
No quiero que me olvides, sigue pensando en mí,
pero abrigado en el hueco de mis manos.
Y si tú crees en lo que nace,
yo creo en ti y es suficiente.
Mientras tenga tu pecho para llorar
y puedas tú acariciar mis cabellos,
nada ni nadie podrá hacernos daño.
 

Inma Arrabal