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lunes, 13 de septiembre de 2010

MALEFICIO

La arena de otra orilla,
la noche de otro cielo,
una silenciosa madrugada
con el mar al fondo
como un sueño.
Otras manos en mis manos.
Otras calles y no éstas.

Mi vida
es una cita a ciegas
a la que nunca llegas tú,
o de la que ya te has ido
para siempre.

ÁNGELES CARBAJAl

sábado, 24 de abril de 2010

Tal vez tengas razón

Tal vez tengas razón
y sea una tonta manía
la de intentar convencer a las palabras
para que escriban juntas un poema
que hable de ti, de mí…
si todo lo que somos ya lo saben
estos días azules
y a nadie más le importa.





ÁNGELES CARBAJAL.

martes, 13 de mayo de 2008

Tú, otra vez

Que no hayas existido,
que no existas,
que no hayas de existir jamás,
nada importa;
nunca sabré perderte.

Ángeles Carbajal

domingo, 4 de mayo de 2008

Un espacio para ti

Habrá un día en mi vida
un espacio para ti al que siempre
podrás volver sin que te haga daño;
allí donde yo te haya olvidado
y tú no me recuerdes.

Entretanto, no temas.
Ya sabes que el invierno es solamente
un sortilegio de aire y lluvia
sobre los días
y en esas noches
en las que pasa de largo nuestra soledad.

Ángeles Carbajal

viernes, 2 de mayo de 2008

Hoy de nuevo he buscado

la mesa de un café

para leer,

para escribir este poema,

para no entender

lo que no entiendo,

para imaginarte

como tantas veces,

en la penumbra

de las horas lentas,

entre las páginas

de un libro

y otro libro,

paseando bajo la lluvia,

en los museos

de Viena, de París, de Roma...

en el amarillo toscana

de una pared

de la Toscana,

en el prau carballalu

una tarde de yerba

y de tormenta,

en las noches azules de lavanda,

una mañana de campanas

en la abadía de Melk,

en las clases de francés,

quels étaient son nom,

sa demeure, sa vie, son passé,

il souhaitait connaitre

les meubles de sa chambre,

toutes les robes qu'elle avait portées,

delante de un gran cuadro de Marc Rothko,

en Monteverdi y en Beethoven,

en los horizontes cercanos del invierno,

y dondequiera

que mis ojos se posaran

era siempre el mismo mi deseo:

tus manos cerca, tu voz,

volver a casa

y que estuvieras tú.

Ángeles Carbajal