Tú eres sola entre las multitudes
como son sola la luna
y solo el sol en el cielo.
Ayer estabas en el estadio
en medio de miles de gentes
y te divisé desde que entré
igual que si hubieras estado sola
en un estadio vacío.
Si tú estás en Nueva York,
en Nueva York no hay nadie más;
y si no estás en Nueva York,
en Nueva York no hay nadie.
Ernesto Cardenal