recorriera y lamiera
de punta a punta a flor de piel
te habitara y mordiera
feroz humanamente loco
en la más alta sima
de tu cadera alpina
quemándome de tanta inmensidad
de insaciable lascivia
con los dientes amándote
sacándote la música del cuerpo
alaridos y llamas
reventando tus cuerdas
desnudándote más
hasta dar con tu cuerpo
el más oscuro y puro
parirte un sol adentro
mi pecado genial
Alfonso Quijada Urías