Amor, si yo pudiera clavar en ti los
dientes
como en la fruta tersa y perfumada…,
buscarte, desvelarte, conocerte
con esta rabia oscura, a dentelladas,
¡cómo te encontraría! Más allá de
tu piel
y de tu carne, más hincada
en tu sueño, royendo ya
el crisol de tus palabras,
¡qué soledad tan sola quebraría
al alcanzar la almendra de tu alma!
NURIA PARÉS