No te nombro; pero estás en mí
como la música en la garganta del ruiseñor
aunque no esté cantando.
DULCE MARÍA LOYNAZ
"...amo una maravillosa estatua mutilada; un texto no terminado, un fragmento de cielo inscrito en la ventana de la vida". Julio Cortázar
miércoles, 25 de junio de 2008
martes, 24 de junio de 2008
Sin edad
Hoy sueño que caminas a mi lado
y juegan en el suelo nuestras sombras
como gráciles aves sin edad.
Y la sombra sin edad de tu mano
acaricia un lugar en el suelo
donde podría estar mi corazón.
Y la sombra sin sombras de mis labios
busca el lugar exacto
donde dejar los besos, las palabras.
La soledad es sólo
el peso de tu nombre en la memoria.
IRENE SÁNCHEZ CARRÓN
y juegan en el suelo nuestras sombras
como gráciles aves sin edad.
Y la sombra sin edad de tu mano
acaricia un lugar en el suelo
donde podría estar mi corazón.
Y la sombra sin sombras de mis labios
busca el lugar exacto
donde dejar los besos, las palabras.
La soledad es sólo
el peso de tu nombre en la memoria.
IRENE SÁNCHEZ CARRÓN
lunes, 23 de junio de 2008
I carry your heart with me
I carry your heart with me
(I carry it in my heart)
I am never without it
(anywhere I go you go, my dear; and whatever is done by
only me is your doing, my darling)
I fear no fate
(for you are my fate, my sweet)
I want no world
(for beautiful you are my world, my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you
here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart
I carry your heart
(I carry it in my heart)
E.E. Cummings
(I carry it in my heart)
I am never without it
(anywhere I go you go, my dear; and whatever is done by
only me is your doing, my darling)
I fear no fate
(for you are my fate, my sweet)
I want no world
(for beautiful you are my world, my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you
here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart
I carry your heart
(I carry it in my heart)
E.E. Cummings
viernes, 20 de junio de 2008
EN OTRO MERIDIANO
No alcanzo el tiempo de tu cuerpo,
nací lejos, en un país que es aire, nube, noche,
aunque me oigas tan cerca.
Nací a destiempo de tu risa, de tus ojos, en otro meridiano.
Nos amamos de mar a mar, de un astro a otro
no importa que hoy me sientas a tu lado.
Aunque despiertes desnuda aquí conmigo,
tu tiempo va delante,
el tiempo de tus manos, de tu rostro;
estoy junto a tu sombra y no te alcanzo.
Las horas de tu amor me quedan lejos,
bajo una luz de nieve,
en alguna ciudad que desconozco.
Nuestras vidas se alcanzan, se confunden,
intercambian sollozos, besos, sueños,
pero andamos a leguas uno del otro,
tal vez en siglos diferentes,
en dos planetas errantes que se buscan
cansados de no verse.
EUGENIO MONTEJO
nací lejos, en un país que es aire, nube, noche,
aunque me oigas tan cerca.
Nací a destiempo de tu risa, de tus ojos, en otro meridiano.
Nos amamos de mar a mar, de un astro a otro
no importa que hoy me sientas a tu lado.
Aunque despiertes desnuda aquí conmigo,
tu tiempo va delante,
el tiempo de tus manos, de tu rostro;
estoy junto a tu sombra y no te alcanzo.
Las horas de tu amor me quedan lejos,
bajo una luz de nieve,
en alguna ciudad que desconozco.
Nuestras vidas se alcanzan, se confunden,
intercambian sollozos, besos, sueños,
pero andamos a leguas uno del otro,
tal vez en siglos diferentes,
en dos planetas errantes que se buscan
cansados de no verse.
EUGENIO MONTEJO
miércoles, 18 de junio de 2008
SE AMABAN
Se amaban. En la oscuridad sus cuerpos
parecían fantasmas. Se amaban y en el cuarto
sus vestidos vacíos eran como los árboles
desnudos del jardín en un día de niebla.
Pero ellos se amaban. Habían encendido un cigarrillo
y fumaban los dos, cuidando siempre
de colocar los labios en el hueco
que dejaban los labios, así como besándose.
Procuraban que nada separase sus cuerpos.
No hacía falta hablar. Lo habían dicho todo.
Sólo los ojos parpadeaban a veces
sin luz, buscando los contornos
del otro cuerpo amado. y luego
se estrechaban de nuevo los dos cuerpos
y se enlazaban y los dientes ansiosos
encontraban la carne y estallaban las luces
en la pared del fondo. Y el cuerpo no quería
perder el otro cuerpo. Y el tiempo aceleraba
el corazón y se oía una música lejana
y el silbido de un tren en la estación del Norte.
Se amaban. Inventaban de nuevo la razón de existir.
Sus bocas respiraban con el nuevo compás
y sus manos yacían, ya agotadas, sobre el cuerpo
infinito del amante, en la sombra.
Fuera quedaba todo. La vida era el amor.
Lo real era el cuarto, con sus sillas
al fondo, un espejo, un viejo candelabro
y un reloj que marcaba siempre la hora de llegar.
Se amaban. Todo estaba muy claro.
Sobre el mundo, por todo, se seguían amando.
JOAQUÍN MIRÓ
parecían fantasmas. Se amaban y en el cuarto
sus vestidos vacíos eran como los árboles
desnudos del jardín en un día de niebla.
Pero ellos se amaban. Habían encendido un cigarrillo
y fumaban los dos, cuidando siempre
de colocar los labios en el hueco
que dejaban los labios, así como besándose.
Procuraban que nada separase sus cuerpos.
No hacía falta hablar. Lo habían dicho todo.
Sólo los ojos parpadeaban a veces
sin luz, buscando los contornos
del otro cuerpo amado. y luego
se estrechaban de nuevo los dos cuerpos
y se enlazaban y los dientes ansiosos
encontraban la carne y estallaban las luces
en la pared del fondo. Y el cuerpo no quería
perder el otro cuerpo. Y el tiempo aceleraba
el corazón y se oía una música lejana
y el silbido de un tren en la estación del Norte.
Se amaban. Inventaban de nuevo la razón de existir.
Sus bocas respiraban con el nuevo compás
y sus manos yacían, ya agotadas, sobre el cuerpo
infinito del amante, en la sombra.
Fuera quedaba todo. La vida era el amor.
Lo real era el cuarto, con sus sillas
al fondo, un espejo, un viejo candelabro
y un reloj que marcaba siempre la hora de llegar.
Se amaban. Todo estaba muy claro.
Sobre el mundo, por todo, se seguían amando.
JOAQUÍN MIRÓ
Latitud
No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.
Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.
El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.
.
.
.
José Ángel Valente
como lagarto al sol los días de tristeza.
Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.
El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.
.
.
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José Ángel Valente
domingo, 15 de junio de 2008
País
En ti no extraño a nadie,
tierra que anochece en sueños
a través de verdes órbitas,
y soy extranjera si cruzo la frontera
de tu cansada melena.
Sólo tu lengua
sé hablar en sueños
y contar cuentos sólo para ti,
mi pasajero paraíso,
mi pasajero dueño.
Afuera hace frío
y es densa la niebla.
Se hace de noche.
Pasa despacio el tiempo,
pero qué bien se está en casa, aquí al abrigo,
cuando somos país uno del otro.
Ana Blandiana
tierra que anochece en sueños
a través de verdes órbitas,
y soy extranjera si cruzo la frontera
de tu cansada melena.
Sólo tu lengua
sé hablar en sueños
y contar cuentos sólo para ti,
mi pasajero paraíso,
mi pasajero dueño.
Afuera hace frío
y es densa la niebla.
Se hace de noche.
Pasa despacio el tiempo,
pero qué bien se está en casa, aquí al abrigo,
cuando somos país uno del otro.
Ana Blandiana
viernes, 13 de junio de 2008
LA LLAMA VIVA
Corté una flor de luz, imaginé su tallo
alzarse transparente v atravesar el aire.
Soporté el dolor frío de su llama en los dedos
y no solté su espina.
Aferrada camino
a la necesidad de amar su quemadura.
Pilar Blanco
alzarse transparente v atravesar el aire.
Soporté el dolor frío de su llama en los dedos
y no solté su espina.
Aferrada camino
a la necesidad de amar su quemadura.
Pilar Blanco
martes, 10 de junio de 2008
Le pediré
Le pediré a la araña enamorada
que teja mil noches a esta noche-instante
para hacer una noche
inacabable.
Pilar Blanco
que teja mil noches a esta noche-instante
para hacer una noche
inacabable.
Pilar Blanco
miércoles, 4 de junio de 2008
Vocabulario Íntimo
Probablemente
no me muero por ti (bien sé que es una hipérbole),
pero no hay duda
de que el día compone un gesto diferente
cuando tú pasas cerca.
Pilar Blanco
no me muero por ti (bien sé que es una hipérbole),
pero no hay duda
de que el día compone un gesto diferente
cuando tú pasas cerca.
Pilar Blanco
domingo, 1 de junio de 2008
Discurso
Una mujer no tiene dirección
todos sus costados son profundos
no anhela caminos de regreso
mas sí
un horizonte indefinido
de pájaros centrífugos
una mujer necesita el asombro
de la oscuridad sostenida ante sus ojos
y no los límites precisos de un espejo
una mujer se esparce en el aire
María Montero
todos sus costados son profundos
no anhela caminos de regreso
mas sí
un horizonte indefinido
de pájaros centrífugos
una mujer necesita el asombro
de la oscuridad sostenida ante sus ojos
y no los límites precisos de un espejo
una mujer se esparce en el aire
María Montero
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