Para ti no hay palabras.
Hay sólo mudas páginas en blanco
y este lento caer
de las manos inútiles
que olvidaron y hallaron
letras
sueños
y árboles.
Hubo palabras antes.
Cuando el mar,
cuando el grito luminoso
de los últimos faros.
Para ti sólo hay tiempo,
no hay palabras.
Y el tiempo es infinito
ahora que te amo.
Maruja Vieira