viernes, 30 de enero de 2009

SEGURAMENTE EL MAR ESTA EN NOSOTROS

Seguramente el mar
está en nosotros
cuando me alejo
te acercas a mis playas
cuando me acerco
te alejas
y te escapas
y yo
en la otra orilla
siempre espero
con la misma sonrisa
y el mismo asombro
y tú
en todas las costas
me regresas
con la misma insistencia
y el mismo miedo

Ana María Mayol

miércoles, 28 de enero de 2009

Temes mis manos

Temes mis manos
pero a veces sonríes y te extravías en ti misma
y, sin saberlo, extiendes luz en torno a ti
y yo adelanto mis manos y no llego a tocarte; únicamente
acaricio tu luz.

Antonio Gamoneda

lunes, 26 de enero de 2009

Hay Libros Que Se Escriben...

Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos

y eran el beso intacto de la vida.

Ada Salas

sábado, 24 de enero de 2009

12

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan.

Oliverio Girondo

jueves, 22 de enero de 2009

EN UNA ESTACIÓN DEL METRO

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro

y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos

y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones

y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles

Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre.

Óscar Hahn

domingo, 18 de enero de 2009

FONS VITAE

Las confidencias se quedan en el cielo de la boca
como las nubes lentas del otoño. Las soplo,
para que el cielo se limpie y sólo una niebla vaga
se pegue a lo que me quieres decir; pero
me arrimas los labios al olvido, y tú, sí,
eres quien me cuentas qué cielo es éste, y de dónde
vienen las nubes que lo cubren. Sentimientos,
emociones, pasiones, se interponen entre
cada frase. No hay otros asuntos
cuando nos encontramos, y me empiezas a hablar,
como si fuese el corazón la única
fuente de lo que decimos.


Nuno Júdice

viernes, 16 de enero de 2009

Figura con realidad

Te escribo ahora, por dentro de este poema.
Podría soñar que vas a nacer de dentro de él, o
que estás dentro de él
como la flor futura habita el centro del invierno.
La analogía es el punto adonde el poema va a beber,
como se va a la fuente, o como se oye, en el silencio
de la tierra, un rumor de aguas subterráneas.
Entonces, tu voz se abre, como si fuese
la propia flor. Entra en mí,
y recorre los espacios desiertos de mi alma,
como si un viento empujase las puertas y las ventanas,
atravesase las salas, y avivase el fuego
en las cenizas del corazón. Me limito
a oírte en el intervalo de los versos, mientras
la vida reemprende, despacio, su curso:
oraciones por dividir, una enunciación de figuras
de retórica, el paralelismo
de ciertas comparaciones. Todo esto desembocaría,
como es evidente, en el ritmo
al que el poema obedece si no te encontrase
en cada cesura, como si tu imagen insistiese
en llenar los vacíos de la palabra. Entonces,
dejo que entres dentro del poema; y te veo
avanzar por las frases, hasta el final de la línea,
donde te espero,
como si cada sueño no se deshiciese
con el aire.

Nuno Júdice

martes, 13 de enero de 2009

Ternura

Te pido perdón por amarte de repente,
aunque mi amor sea una vieja canción en tus oídos.
De las horas que pasé a la sombra de tus gestos,
bebiendo en tu boca el perfume de tus sonrisas.
De las noches que viví apaciguado
por la gracia infinita de tus pasos huyendo eternamente.

Traigo la dulzura de los que aceptan melancólicamente,
y puedo decirte que el gran afecto que te dejo
no tiene la exasperación de las lágrimas ni la fascinación de las promesas,
ni las misteriosas palabras de los velos del alma...
Es una unción, un sosiego, un exceso de caricias.
Y sólo pido que reposes quieta, muy quieta,
y dejes que las cálidas manos de la noche
descubran sin fatalidad la mirada estática de la aurora.


Vinicius de Moraes

domingo, 11 de enero de 2009

PLANEO TU RAPTO

La noche permanece inmóvil, durmiendo con sus burbujas
de piel deshilachada
entre los dientes. Nadie escucha las ráfagas apelmazadas
del horizonte ardiendo
que son tus párpados a medio abrir. Nadie puede ver el
candor
de tu simiente dormida
entre los cañaverales del alba. Sin embargo, todo el mundo
empieza a ver a los niños
que nos roban el aliento de los dedos, a los animales que se
retuercen por las venas
de los solitarios. Cómo podría esconderte de la vida que
ahora
baja por la calle, me pregunto,
cómo engañarte para que esta mañana perdieras el autobús
de todos los días,
para que al fin te quedaras a desordenar mi vida
y no sólo mis sueños.

José Gutiérrez Román

viernes, 9 de enero de 2009

EN ALGÚN LUGAR

En algún lugar al que nunca he viajado,
felizmente más allá de toda experiencia,
tus ojos tienen su silencio:
En tu gesto más frágil hay cosas que me rodean
que no puedo tocar porque están demasiado cerca.
Con solo mirarme, me liberas.
Aunque yo me haya cerrado como un puño,
siempre abres, pétalo tras pétalo mi ser,
como la primavera abre con un toque diestro
y misterioso su primera rosa.
O si deseas cerrarme, yo y
mi vida nos cerraremos muy bellamente, súbitamente,
como cuando el corazón de esta flor imagina la nieve
cuidadosa cayendo por doquier.
Nada que hayamos de percibir en este mundo iguala
la fuerza de tu intensa fragilidad, cuya textura
me somete con el color de tus campos,
retornando a la muerte y la eternidad con cada respiro
Ignoro tu destreza para cerrar y abrir
pero, cierto es que algo me dice
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas...
Nadie, ni siquiera la lluvia tiene manos tan pequeñas

E.E. Cummings