a punto de escribirte algún poema
-aunque luego no salga-,
me dices extrañada : Y tú, ¿qué miras?
Te miro a ti y es más, te veo
emerger de una niebla, o más sencillo
y ahora claramente : estando donde estás,
justo a mi lado.
Es otra la pregunta que me asalta
entre tanta certeza :
¿quién no te mira así, cómo es posible
que solo lo haga a veces, nunca siempre?
ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ