Yo quisiera ser tu sombra y acompañarte
en el camino por donde vayas,
bajo tu pie firme y elegante,
y tras tu paso seguirte mientras andas.
Yo quisiera ser tu boca y besarte
cuando se dibujen en ella las palabras,
en tu sonrisa bailar para alegrarte,
y dormir entre tus labios mientras callas.
Yo quisiera ser tus ojos y mirarte
en donde poses leve tu mirada,
en la niña de tus ojos enredarme
y encender en tu pupila llamaradas.
Quisiera ser tu manta y arroparte
cuando el frío se asome a la ventana,
templar desnuda tu piel y acariciarte,
y despertar contigo en la mañana.
Yo quisiera ser Amor y enamorarte
en cada mirada, cuando ríes y cuando callas,
ser el fuego de tu cuerpo y adosarme
al lado de tu sombra mientras andas.
Ana Rodríguez