Tal vez sin que lo sepamos
exista un momento dentro de todos los momentos
en que estarás leyendo este poema que se escribe.
Tal vez en ese instante estarás en el lugar de siempre
y tus labios perciban el aroma del pasado
con el café que te hable de los días que tuvimos.
En ese momento quizá estarás ahí
con los mismos sabores y el aroma a café por todo el cuerpo
mientras yo te piense tocándote sin tocarte.
Probablemente tu vestido sea el mismo
aquel que tantas veces vistió la silla de mi cuarto
y que hoy ondea por el aire con su paso aprisa.
Tal vez una palabra un pensamiento
algo inexplicable y cotidiano en otro tiempo
estará haciendo resurgir un nuevo abrazo.
Acaso los días cambien su presagio
y coincidamos en el preciso espacio donde empezamos
porque nos marchamos pero no cambiamos del todo.
Tal vez a fin de cuentas
no quedamos tan distantes
porque estamos heridos por la misma flecha.
Rubén Márquez