miércoles, 22 de mayo de 2013

Diluvio


Lloveme cuarenta días
y cuarenta noches,
colmame de humedad
hasta la transparencia.
Que no hayan faros
para marcar el rumbo
del existir salvaje,
ni diques
que contengan
la plenitud
de las aguas.

 
Conjurá los ríos
que un día
se petrificaron
en mi pelo
y
desbordémonos.
 
Seamos un diluvio
loco y desvanecido
yo le daré
una alondra
a tu rama de olivo.
 
Silvia Elena Regalado