No te vayas aún, quédate un rato.
El día nace para destruirse,
y nuestra juventud es el periódico
de ayer.
Amanece conmigo.
Deja que sea la presa la que defina al
cazador
y que este instante valga
por cualquier otro instante.
El sol es una broca
de luz:
se abre paso,
no nos necesita.
Si te quedas conmigo,
emergeremos juntos de la noche
igual que el tallo brota de lo oscuro:
Cada vez más fuertes.
No te vayas aún
y quédate
conmigo:
Escucharemos cómo
ola
a ola
tartamudea el mar,
como aprendiendo a pronunciar tu
nombre.
Josep M. Rodríguez.