Desconozco todo ingenio que
formula floridas palabras,
y con
firmeza me empeño
a hablar con palabras sencillas.
El
deseo es una bocanada de sangre
que me sube a la garganta, y me
ahoga
el respiro, el recuerdo del ayer.
Ya nunca nada podrá
borrar
el trazo fuerte, inconfundible, con el que,
cada noche,
rodeo tu nombre
MONTSERRAT ABELLÓ