Ojalá ahora que ya no puedes verme,
sea cuando más guapa me imagines.
Ojalá me imagines.
Ojalá me busques en otras bocas;
que busques y busques y me encuentres en todas.
Ojalá te despiertes sobresaltado y acompañado
y que tristemente te des cuenta de que no soy yo,
que no volveré a ser yo,
que entiendas que no puedes encontrar a tu lado
a quien has empujado al olvido.
Quiero que experimentes el amargor
de una despedida
cuando no se dice adiós,
pero se siente.
Quiero que me eches de menos con resaca;
resaca del alcohol que bebas,
y del que te eches en las heridas para sentirme
de alguna manera.
Ojalá sientas despedirte de mí en todos y cada uno
de los besos que no vas a volver a darme.
Ojalá me alcancen las horas y logre olvidarte,
y asuma que el olvido es una ecuación en la cual
“tiempo” y “espacio” bailan
para que “nosotros” deje de ser el resultado.
Sara Búho