viernes, 19 de febrero de 2021

Apenas él hubo pronunciado: “Ahora lo único que falta son fresas”

 

Apenas él hubo pronunciado: “Ahora lo único que falta son fresas”
cuando ya estaba yo corriendo hacia la descuidada huerta de detrás de casa
y había cogido un puñado de fresillas silvestres
antes de que él hubiese acabado de tomar su yogur:
acababan de madurar.
Ten cuidado con lo que dices, dije, ahora todo se hace realidad.

Y él tuvo cuidado.

Eeva Kilpi