Me levanto de tu piel
retoño de hierba
Tímida, frágil, asombrada
Intensa, libre, enamorada.
Nazco de tu olor
ave sorprendida con su trino
Gorrión que por luces tiene alas
Fénix por tu fuego consumido
Vuelvo de vos con tu voz en el latido
Con tu aliento atrapado en esta hoguera
Con tus manos marcándome caminos
Como barca a la deriva en tu marea.
Aída Elena Párraga