miércoles, 2 de mayo de 2012

Entrega

Una ola rompe violenta
en la playa de nuestros cuerpos
nos inunda un rugido de mar
contra las rocas.
Al retirarse,
lenta,
nos deja una brisa erótica
que nos envuelve
uniéndonos
para siempre
en un beso.

María Amparo Jiménez