El sonido de tus pasos sigilosos
acaricia mi impaciente corazón.
Deliberadamente te acercas
rozando mis ganas insaciables.
Juegas con mis sentidos, te ríes.
Te divierte verme enfadado de pasión.
Desesperado por recibir la eternidad.
La gloria del infinito placer
de sentirme abrazado a tu talle
y escuchar plácidamente cómo
palpita la vida que engendró tu belleza.