I
Bésame hondo y agudo, con un amor de viva llama; con
sed,
intensa, fuerte.
Bésame en la rasgada noche, mientras
tiemblan las aves del
cielo. Cíñeme a la rosa más leve, al
silencio total, a la
última estrella.
II
Quiero la
trémula sombra de un ave, para oírte en el vuelo
del silencio, y
dormir en ti, con el beso de tu honda, en
tu montaña pálida, con
un poco de alas.
Nocturno mar, sube silencioso hasta mis senos,
déjame
sentir tu paso enlazado de espumas y ser toda tuya,
sobre
llamas húmedas.
Yanira Soundy