jueves, 12 de febrero de 2015

Tú eres más mis ojos


      Tú eres más mis ojos porque ves
      Lo que en mis ojos llevo de tu vida.
      Y así camino ciego de mí mismo
      Iluminado por mis ojos que arden
      Con el fuego de ti.
      Tú eres más que mi oído porque escuchas
      Lo que en mi oído llevo de tu voz.
      Y así camino sordo de mí mismo
      Lleno de las ternuras de tu acento.
      ¡La sola voz de ti!
      Tú eres más que mi olfato porque hueles
      Lo que mi olfato lleva de tu olor.
      Y así voy ignorando el propio aroma,
      Emanando tus ámbitos perfumes,
      Pronto huerto de ti.
      Tú eres más que mi lengua porque gustas
      Lo que en mi lengua llevo de ti sólo,
      Y así voy insensible a mis sabores
      Saboreando el deleite de los tuyos,
      Sólo sabor de ti.
      Tú eres más que mi tacto porque en mí
      Tu caricia acaricias y desbordas.
      Y así toco en mi cuerpo la delicia
      De tus manos quemadas por las mías.
      Yo solamente soy el vivo espejo
      De tus sentidos. La fidelidad
      Del lago en la garganta del volcán.
Carlos Pellicer