El
pájaro de fuego
de
mi mente enferma,
este
gorrión gris
que
vive en lo profundo
y
me hace temblar
con
su continuo pío
pues
parece inerme,
necesitado
de amor,
a
veces tiene una voz
tan
tierna y nueva
que
bajo su triunfo
dicto
el poema.
Alda
Merini