martes, 3 de enero de 2017

Ella nunca me dijo

Ella nunca
me dijo
que sus labios
eran alas
para un vuelo
subterráneo
ni que sus ojos
podían atacar
como enjambres
de abejas sin reina 
Nunca me dijo
que sus pechos
eran hostias
de una liturgia
horizontal 
Ella
que suele decirlo todo
o casi todo
jamás mencionó
que amarla era
una ciudadanía.

MAURICIO FELLER