Escribo desde mi piel,
documento
su memoria de soles
y relámpagos.
Desde mis huesos
que acumulan recuerdos
en cortezas de lluvia.
Mis cabellos
son silencios largos,
mis sonrisas
cortas frases amables.
Atesoro verbos
en mis músculos
bailar – en las rodillas
volar – en los pies
soñar – en el deseo.
Reír – en la mirada.
Nostalgio
abiertos horizontes,
vientos dorados,
sobre el verano de mi piel.
Escribo
sobre el temor que invade la ciudad
y se instala en las terminaciones de mis nervios,
sobre las numerosas injusticias
que tensan mis ligamentos.
Mi cuerpo pronuncia
graves vocablos,
sordas conjugaciones…
mis células palpitan.
A pesar del mal tiempo
mi corazón
atisba nuevos mundos.
Marítimas memorias
cuentan mi historia
de mujer
habitada de palabras.
documento
su memoria de soles
y relámpagos.
Desde mis huesos
que acumulan recuerdos
en cortezas de lluvia.
Mis cabellos
son silencios largos,
mis sonrisas
cortas frases amables.
Atesoro verbos
en mis músculos
bailar – en las rodillas
volar – en los pies
soñar – en el deseo.
Reír – en la mirada.
Nostalgio
abiertos horizontes,
vientos dorados,
sobre el verano de mi piel.
Escribo
sobre el temor que invade la ciudad
y se instala en las terminaciones de mis nervios,
sobre las numerosas injusticias
que tensan mis ligamentos.
Mi cuerpo pronuncia
graves vocablos,
sordas conjugaciones…
mis células palpitan.
A pesar del mal tiempo
mi corazón
atisba nuevos mundos.
Marítimas memorias
cuentan mi historia
de mujer
habitada de palabras.
Guisela López