miércoles, 28 de noviembre de 2018

Carreteras secundarias




Hace miles de años, alguien pintó un bisonte en Altamira
para que yo te quiera. 

Para que yo te quiera, se han hecho y se han deshecho
castillos y pirámides.

Te quiero por el Big-bang,
por la Biblia, por Darwin.

Te quiero porque no somos microscopios.

Sin duda repetimos, al querernos, los gestos de otro amor
que nació siendo anciano.

No vamos a inventar la poesía.

El beso ya lo esculpió Rodin.

Tal vez sólo podamos escoger si deprisa, o si contigo.