martes, 20 de noviembre de 2018

Verte. Tocarte. Qué fulgor de máscaras.



Verte. Tocarte. Qué fulgor de máscaras.
Qué dibujos y rictus en tu cara
como vehementes frisos en alfombras antiguas.
Qué sombrío te vuelves si repito
el sinuoso camino que persigo: un deseo
sin dueño, un adorarte vívido pero libre.
Y qué oscura me hago cuando muerdes de mí
palabras y residuos. Me dan hambres,
agonías de grandes espesuras, empañadas lunas,
dagas, tempestad. Verte. Tocarte.
Cordura.
Crueldad.

HILDA HILST