"...amo una maravillosa estatua mutilada; un texto no terminado, un fragmento de cielo inscrito en la ventana de la vida". Julio Cortázar
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Diario de tu cuerpo (III)
Conoces el camino
y sabes que mis cosas
se han amoldado a ti.
En el espejo
queda tu reflejo.
En la tarde de la ciudad,
bajo las máquinas;
en la tarde amarillenta,
sucia, habitada de sombras,
manchada por las prensas,
vociferante río de niebla
hacia la noche del tumulto;
en la tarde tus cabellos
serán un recuerdo presente.
Yo estaré junto
a tus dieciséis años
y junto a tu fracaso,
a tus cansados días
vividos bajo el humo de la ciudad.
Estaré junto a tu voz pasada
escuchando tu voz presente.
Leeremos nuestra historia
en el libro cerrado
de tu vientre.
Hugo Gutiérrez Vega
lunes, 28 de noviembre de 2011
EL TEMBLOR
La lluvia
como una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz, bajar,
lamer el eje vertical,
contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.
Busco ahora despacio con mi lengua
la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.
Bebo, te bebo
en las mansiones líquidas
del paladar
y en la humedad radiante de tus ingles,
mientras tu propia lengua me recorre
y baja,
retráctil y prensil, como la lengua
oscura de la lluvia.
La raíz del temblor llena tu boca,
tiembla, se vierte en ti
y canta germinal en tu garganta.
José Angel Valente
sábado, 26 de noviembre de 2011
Un cuerpo como una isla
van mis ojos desnudos contemplando
los tersos panoramas, precipicios
y el bosque primordial que mi deseo
exalta en la constante ceremonia
de mirarte, llamarte desde el fondo del ser,
de contemplarte como se ven los campos en otoño
o las vertiginosas catedrales erguidas en la niebla
y entrevistas en la región sin nombre de la aurora.
Eres como una isla, te rodeo
y me ajusto a tus formas.
Me impide hacerles modificaciones
el antiguo temor de hacerte daño.
Por eso me mantengo en tus orillas
y tierra adentro sólo van mis ojos.
jueves, 24 de noviembre de 2011
NI YO CONOZCO TODO MI AMOR
El tamaño de mi amor no se puede escribir completo. Se filtra por los poros de mi piel y se introduce en tu cuerpo a todas horas.
Está en mi tacto y en el viento, entre olas y tu vientre.
Una copa de vino a veces lo contiene.
Hasta el más intrascendente suceso de la calle lo reclama.
Salta de nota en nota por todo el pentagrama y va haciendo música a su modo.
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martes, 22 de noviembre de 2011
Acúestate mi amor
Acuéstate mi amor,
deja que pase el tiempo,
que el viento suene,
que todos los pasos se alejen de nosotras.
Deja que se preocupen los sonidos
por nuestro oscuro silencio.
Deja que la calle sea la calle,
que los hombres se afanen,
que la tarde se acabe bruscamente.
Deja que las mujeres hablen de nosotras,
que las nubes descarguen,
que caiga la tormenta.
Túmbate aquí a mi lado,
esfuérzate y trabaja,
y convénceme de que soy
la única razón de tu existencia.Beatriz Gimeno
domingo, 20 de noviembre de 2011
Razones de cómo te quiero
Puede que algún día me preguntes si te quiero.
Y, cuando llegue ese día,
no tendré más remedio que decirte
que te quiero y no.
O mejor,
que sé cómo te quiero y cómo no te quiero,
lo que, en realidad, es decir que sí te quiero.
Así pues, no debería embarcarme en trabalenguas absurdos,
pero ya sabes que me encanta liar, anudar, enrollarlo todo,
y sentarme a esperar que me rescates del embrollo.
Yo sé cómo te quiero.
Te quiero como el mar a las gaviotas,
como el verano a la fruta,
como la voz al silencio,
como la noche a la albura.
Y sé cómo no te quiero.
No te quiero como el yugo que aprisiona.
Ni como el cerco que acorrala.
No te quiero como un lazo que aprieta y ahoga.
Ni como un arma cargada de promesas afiladas.
Yo te quiero como la tinta al papel,
como la palabra a un verso,
como un beso sin cuartel.
Ahora ya sabes cómo te quiero y no.
Y puede que algún día te preguntes si me quieres,
y puede que me quieras y no.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Tus pechos se dormían en sosiego...
Tus pechos se dormían en sosiego
entre mis manos, recobrando nido,
fatalmente obedientes al que ha sido
el amor que una vez los marcó al fuego;
tu lengua agraz bebía al fin el riego
de mi saliva, aún ayer prohibido,
y mi cuerpo arrancaba del olvido
el tempo de tu ronco espasmo ciego.
Qué paz... Tu sexo agreste aún apresaba
gloriosamente el mío. Todo estaba
en su sitio otra vez, pues que eras mía.
Afuera revivía un alba enferma.
Devastada y nupcial, la cama olía
a carne exhausta y ácida y a esperma.
Tomás Segovia
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Lo irremediable II
sólo las
manos encuentran
un gesto: apretarse
una
dentro
de la otra,
otra
dentro
de la una.
Entonces,
a sacudidas,
entrever
algo tan denso
y no menos
terrible
que la culpa,
una
vertiginosa
tristeza que
lo irremediable
convoca.
Chantal Maillard
lunes, 14 de noviembre de 2011
Arrancaré la tierra a dentelladas para llegar a ti.
Arrancaré la tierra a dentelladas para llegar a ti.
Esperaré.
Dejaré que el sol salga mil veces
y que otras mil se ponga,
que los días destierren la juventud que queda,
que el tiempo me haga vieja
-también tú te harás vieja-
Esperaré mil años, te seguiré de lejos,
recorreré tu calle, me instalaré en tu acera,
esperaré que salgas y me veas,
recogeré tu odio si me odias, tu desprecio,
sobreviviré a tu indiferencia.
(Mientras tú me ignoras yo trabajo
para hacer mío el mundo en el que habitas)
Te vi y te amé, ¿qué más puedo decir?
Esperaré, te dije, y así ha sido.
Aun estoy aquí, siempre, esperando.Beatriz Gimeno
sábado, 12 de noviembre de 2011
Si te busco y te sueño y te persigo...
Si te busco y te sueño y te persigo,
y deseo tu cuerpo de tal suerte
que tan sólo aborrezco ya la muerte
porque no me podré acostar contigo;
si tantos sueños lúbricos abrigo;
si ardiente, y sin pudor, y en celo, y fuerte
te quiero ver, dejándome morderte
el pecho, el muslo, el sensitivo ombligo;
si quiero que conmigo, enloquecida
goces tanto que estés avergonzada,
no es sólo por codicia de tus prendas:
es para que conmigo, en esta vida,
compartas la impureza, y que manchada,
pero conmovedora, al fin me entiendas.
Tomás Segovia
jueves, 10 de noviembre de 2011
La semana sin ti
Quisiera haber nacido de tu vientre,
haber vivido alguna vez dentro de ti,
desde que te conozco soy más huérfano.
¡Oh! gruta tierna,
rojo edén caluroso.
Qué alegría haber sido esa ceguera!
Quisiera que tu carne se acordara
de haberme aprisionado,
que cuando me miraras
algo se te encogiese en las entrañas,
que sintieras orgullo al recordar
la generosidad sin par con que tu carne
desanudaste para hacerme libre.
Por ti he empezado a descifrar
los signos de la vida,
de ti quisiera haberla recibido.
martes, 8 de noviembre de 2011
Canciones sin su música
Porque te voy a ver tal vez mañana
y porque aún palpita aunque dolido el tiempo
por un instante pacto con mi historia
puedo al fin dar tu rostro a este abandono
poner mi nombre a aquél que desangraste
llamar mi vida a este naufragio
saber que fue todo verdad tu amor
y fue tu desamor verdad del todo
eras tú quien me alzaba de la sombra
y hecha sombra impensable eras tú quien me hería
confieso que te quise salvadora o maligna
mi esplendor o mi muerte eran tu ministerio
y yo te amaba en todos tus poderes
todo lo supe fue ese abismo el que quise
y hoy todavía para mí ya no hay mañana
sino por la violencia con que espero
por mi bien o mi mal volver a verte
una vez más una sola vez más
siempre una sola siempre
una misma vez más.
Tomás Segovia
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Sabio presagio de tu enigma
Roberto Arizmendi