domingo, 12 de febrero de 2012

Tus manos

Primero voy a imaginar que tus manos son las mías.
Entonces me haré el amor como si fuese la última vez.
Y me tocaré como lo hacías al principio,
cómo si fuese un cristal, un fruto a punto de caer.
Me tocaré suave y profundo
Hasta llegar donde solo tú has llegado.
Hasta tocar lo que solo tú conoces.
Hasta encontrarlo.

Después tomaré del mismo néctar que tú.
Beberé de mis manos que son las tuyas.
Sí, son las tuyas.
Entonces beberé de tus manos
Todo aquello que solo tú sabes obtener de mí.

Paz Muñoz