A veces uno toca un cuerpo y lo despierta...
A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por él pasamos
la noche que se abre
la pulsación sensible de los brazos
marinos
y como al mar lo amamos
como a un canto desnudo
como
al solo verano
Le decimos luz como se dice ahora
le decimos ayer y otras
partes
lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
de gaviotas que son
nuestras gaviotas
Lo vamos escalando punta a punta
con orillas y techos y
aldabas
con hoteles y cauces y memorias
y paisajes y tiempo y
asteroides
Lo colmamos de nosotros y de alma
de collares de islas y
de alma
Lo sentimos vivir y cotidiano
lo sentimos hermoso pero
sombra.
Homero Aridjis