Amarte es como si comiese pan untado de
sal,
como si despertara de noche ardiendo de
fiebre
y bebiese agua a chorros del grifo.
Amarte es como si abriera un pesado
paquete
sin saber qué contiene ni quién me lo
envía,
lleno de entusiasmo, de alegría, de
cautela.
Amarte es como si volase en avión
sobre el mar por primera vez,
como lo que siento por dentro al ver
asentarse el crepúsculo
suavemente sobre la ciudad de Estambul.
Amarte es como si dijese "estoy
vivo".
NAZIM HIKMET
NAZIM HIKMET