Hoy
he estado pensando en cuando llegues.
Te
enseñaré a dar besos con los ojos,
a
cantar al presente y al futuro,
a
bailar las canciones del verano,
a
escribir garabatos en cuadernos,
a
sonreír sin miedo cada día...
Te
explicaré la sencillez del mundo
con
mis limitaciones
porque
habrá mil preguntas
que
no siempre hallarán una respuesta,
pero
lo intentaré.
Por
ti entraré en las sendas de los interrogantes.
Por
ti colorearé con ceras diminutas.
Por
ti seré la niña que guardo en mi interior.
Por
ti seré la adulta cuando lo necesites.
Por
ti siempre seré la madre que te arropa,
la
madre que te riñe,
la
madre que se asombra ante tus maravillas,
la
madre que te abraza,
la
madre que te quiere sin reservas.
Pasearemos
juntas por las calles,
prenderemos
instantes junto a la ropa húmeda,
jugaremos
hasta estallar de risa,
hasta
que las cosquillas de la felicidad
nos
inflamen las venas.
Aprenderé
de nuevo a conocerte
y
estaré muy cerquita
para
que tú comprendas
lo
que siento,
para
que me conozcas
tú
también.
Las
dos desde el principio,
poco
a poco,
porque
el tiempo estará
de
nuestra parte.
María Ángeles Chavarría