sábado, 6 de abril de 2013

Quererlo todo


Todo, porque los sentimientos a medias
no merecen la pena,
porque ando descalza de lluvias
por no conformarme nunca
con un camino marchito.
Todo, porque la prolongación de mi ser
sigue adelante sola
a pesar del paisaje no visible,
a pesar de tener ojos mojados
por un humo vestido de tiniebla.
Todo, porque vale la pena querer todo,
y ser hasta la médula del viento,
y recorrer los días
y navegar las noches
y esperar las mañanas.
Todo, porque nadar a medias es ahogarse
y la canción a medias nos va dejando helados;
porque el volcán se enciende
mientras el mundo avanza,
mientras los años pasan lentamente
o pasan muy deprisa,
mientras se van sumando los recuerdos
hasta inmovilizar nuestro futuro,
mientras nos damos cuenta,
con la arruga en la piel,
que todo es risa y llanto,
porque también las lágrimas
son parte de la vida.  

María Ángeles Chavarría