viernes, 16 de enero de 2015

AZUL MARINO



Nada podrá impedir que me derrame,
que me vierta, que llueva sobre ti.
...Y tus ojos vendrán, de alucinado.
Tus ojos negros tan, tan negro. Azul marino.
Ven. No pierdas el tiempo. Cada noche se escapa
victoriosa y vencida para los dos, si duermes
y no me estás soñando, como es que yo te sueño.
Y ha de venir la hora
en que nuestros días cifren
en los números rojos.
Nada podrá impedir que me derrame.
Lloveré sobre ti con lo que quede
de mí después de ti.

ANA ARES