¡Qué bien se hace
contigo, vida mía!
Muchas mujeres lo
hacen bien
pero ninguna como
tú.
La Sulamita, en la
gloria,
se asoma a verte
hacerlo.
Y yo le digo que no,
que nos deje, que ya
lo escribiré.
Pero si lo
escribiese
te volverías
legendaria.
Y ni creo en la
poesía autobiográfica
ni me conviene
hacerte propaganda.
Gabriel Zaid