No soy la que te
ama.
Es otra,
que vive con su alma
dentro de mí.
A veces, tú lo
sabes,
cierro los ojos para
no caer en los
tuyos,
y te hablo del
viento
que escribe la
mañana
en su libro de
viajes,
y digo sonriendo,
que algún día me
iré.
Ella, la enamorada,
cruza entonces las
venas y me toca
de lumbre el
corazón.
Y te mira en
silencio.
A través de mis
párpados, te mira
olvidándose en ti.
¡Y de pronto te
besa con mi boca,
y crees que soy yo
la que te besa!
Meira Delmar