martes, 28 de febrero de 2017

Solos





Vámonos silenciosos por las hondas
avenidas de palmas,
y dejemos la luna que se tienda
como una enredadera a nuestras plantas.
No derrames la copa de tus labios
entre mis manos blancas,
porque son porcelanas palpitantes
que transparentan el fulgor de mi alma.
Deja que la mudez de nuestras bocas
devore las palabras,
mientras la fría claridad del cielo
tiñe de azul la placidez del agua.
Es inútil que dejes tus pupilas
vagar entre su túnica rosada;
solo hallarás entre mi cuerpo tibio
una glacial coloración de nácar.

Quiéreme así, con la sonrisa triste,
con las pupilas al placer selladas;
y si a tu beso me traiciona el llanto,
bésame más... sin preguntarme nada.

LAURA VICTORIA

domingo, 26 de febrero de 2017

Regreso



Vuelvo otra vez a ti
con las pupilas hondas de paisajes.
Vine a buscar quimeras, y regreso
con un sabor de lágrima en los labios
y un temblor de cansancios en el beso.
No pienses que estoy lejos...
Es tan solo la estepa interminable
la que impide mi vuelo;
pero mis alas son tan blancas
como el día
en que tocada de nevados tules
te di en hostias rosadas
la milagrosa comunión del cuerpo.
Ábreme, pues, los brazos;
voy de nuevo
a tus ojos de sombra,
a tus manos leales,
a tu boca de fuego.
Llevo para tus labios fatigados
el opio de mi angustia.
Soy la misma;
sólo que ahora ciño
un collar de crepúsculos
y un anillo de inviernos.
Pero eso nada importa...
Soy juventud, soy vida, soy deseo.
Soy nieve dúctil en tus manos suaves
y llama en el contacto de tu aliento.
Ábreme, pues, los brazos,
aunque lleve un amargo de lágrima en los labios,
y un temblor de cansancios en el beso.

LAURA VICENTE

viernes, 24 de febrero de 2017

Entrega


Envuélveme.....No temas.
Ante tu fuego vivo
mi carne se deslumbra,
y surge castamente
entre el temblor rosado
de mi liviano traje
para poder ser tuya.
¿No aspiras en el aire
una fragancia débil
que enerva y que conturba?
¿No sientes que tu aliento
se prende como un velo
de sombra en mi cintura?...
Ya ves que hasta mis ojos
en esta noche tienen
fulguración oscura,
y en tus rodillas firmes
mis manos se desgranan
como rosas maduras.
Y al enredar tus dedos
en mis cabellos claros
siento extraña frescura,
mientras caen tus besos
en mi boca sedienta
con la humedad fragante
que se raja una fruta.
Aspírame despacio....
Iniciaré mi entrega
sobre tu carne oscura,
y me alzaré del fuego
santificada y bella
como se alza del mármol
una estatua desnuda.

LAURA VICTORIA



miércoles, 22 de febrero de 2017

Madurez

En el ánfora oscura de las horas,
mi cuerpo se hace lámpara,
y la sed interior que me devora
no sabe si ofrendar la carne en rosas
o fatigar la madurez en lágrimas.
Amo tu plenitud. Tu cuerpo tibio
como fruta de soles sazonada.
Amo tu boca, floración de otoño,
que mece en mi jardín de primavera
su veleidosa tentación de llama.
Nada importa la estrella de tu sino
que en mi abismo se aparta.
Quiero tu vida aunque mi vida rompa,
quiero tu amor, aun cuando sea el germen
que prenda los olvidos del mañana.
No se amarillan con tu claro ocaso
mis paisajes de grana;
el solo roce de tu ser me enciende
y si mi cuerpo se te ofrece en nido,
mi móvil corazón se te holocausta.

Cógeme entre tus brazos con locura,
o bébeme como agua,
no pienses en el lirio de la tarde,
prolóngate en mi vida, y que los besos
hagan temblar la noche perfumada.

LAURA VICTORIA


lunes, 20 de febrero de 2017

EL INSECTO


De tus caderas a tus pies
quiero hacer un largo viaje.

Soy más pequeño que un insecto.

Voy por estas colinas,
son de color de avena,
tienen delgadas huellas
que sólo yo conozco,
centímetros quemados,
pálidas perspectivas.

Aquí hay una montaña.
No saldré nunca de ella.
¡Oh qué musgo gigante!
¡ Y un cráter, una rosa
de fuego humedecido!

Por las piernas desciendo
hilando una espiral
o durmiendo en el viaje
y llego a tus rodillas
de redonda dureza
como a las cimas duras
de un claro continente.

Hacia tus pies resbalo,
a las ocho aberturas,
de tus dedos agudos,
lentos, peninsulares,
y de ellos el vacío
de la sábana blanca
caigo, buscando ciego
y hambriento tu contorno
de vasija quemante!

PABLO NERUDA

sábado, 18 de febrero de 2017

TRÁNSITOS

¡Qué bien te siento bajar!
¡qué despacio vas entrando
caliente, viva, en mi cuerpo,
desde ti misma manando
igual que una fuente, ardiendo!

Contigo por ti has llegado
escondida bajo el viento,
- desnuda en él -, y en mis párpados
terminas, doble, tu vuelo.
¡Qué caliente estás! Tu brazo
temblando arde ya en mi pecho.

Entera te has derramado
por mis ojos. ya estás dentro
de mi carne, bajo el árbol
de mis pulsos, en su sombra
bajo el sueño:
¡Entera dentro del sueño!
¡Qué certera en mi descanso
dominas al fin tu reino!

... Pero yo me salvo, salto,
libre fuera de mí, escapo
por mi sangre, me liberto,
y a ti filtrándome mágico,
vuelvo a dejarte en el viento
otra vez sola, buscando
nueva prisión a tu cuerpo.

Emilio Prados

jueves, 16 de febrero de 2017

La flor de ceniza



El amor… ah, qué rosa.
Tenla, sostenla, súbele aguas dulces y puras,
vela la milagrosa ascensión del perfume
y esa niebla de fuego que se le dobla en pétalos.
El amor… ah, qué rosa, qué rosa verdadera.
Ah, qué rosa total, voluptuosa, profunda,
de tallo ensimismado y raíces de angustia,
desde tierras terribles, intensas, de silencio,
pero rosa serena.
Tenla, sostenla, siéntela, y antes que se derrumbe
embriágate en su olor,
clávate en las espadas del amor, esa flor,
esa rosa, ilusión,
idea de la rosa,

de la rosa perfecta.

IDEA VILARIÑO

martes, 14 de febrero de 2017

Desnúdate y te amo


Desnúdate
bajo toda la luz: te espero.
Como nunca la espera
tuvo que ver con la esperanza.
Tu cuerpo
se hace lúcido, ávido
de conocimiento.
Sólo con relación a mí
sé dónde empieza:
se inaugura
con un temblor
y a causa de mis ojos.
La persona de tu cuerpo.
Pero también amo tu ropa desvanecida.


JOAQUÍN GIANNUZZI

lunes, 13 de febrero de 2017

INTERRUPCIÓN FILOSÓFICA



Al ver tu cuerpo desnudo
pienso en la correspondencia entre
la carne y el espíritu. Los hombros,
por ejemplo, son el soporte
del alma que habita el cerebro;
los senos corresponden a una
doble esencia, y cuando los
toco con las manos siento
el vértigo abstracto de un
diámetro que acompaña la línea de la
idea; y toda la extensión en torno
del ombligo corresponde a ese centro
de un puro concepto que sólo se
agota en el perfil de las nalgas. Más
abajo, sin embargo, el triángulo del pubis
presenta la perfección del sentido
que sus ángulos delimitan;
y en el vértice exterior, el sexo es
la designación de la cosa inexpresable,
y el movimiento que lo hace vivir
da forma a la presencia de algo
cuya intangibilidad se completa
en el término material de las piernas,
colocadas en la horizontal del busto
y delimitadas por la luz de un axioma
cuya lógica se realiza en la simple
posesión, cuyo final me revela
ese fondo de unos ojos abiertos
en que se ilumina el enunciado
de lo humano. Pero luego tu risa
me lleva lejos de la filosofía,
y recomenzamos, limitando el amor
al proceso natural que pone
entre paréntesis el alma.
Nuno Júdice

domingo, 12 de febrero de 2017

En mi imaginación


En mi imaginación a todo volumen
tú confirmas la hoguera que nos reúne desnudos.
Y cuando me despejo de nervios secos y vestiduras
a mi vez entro en tu imaginación
para que allí me confirmes
feliz y multiplicado
en cada una de tus doradas hendiduras.


JOAQUÍN GIANNUZZI

viernes, 10 de febrero de 2017

Sentido de su ausencia

si yo me atrevo
a mirar y a decir
es por su sombra
unida tan suave
a mi nombre
allá lejos
en la lluvia
en mi memoria
por su rostro
que ardiendo en mi poema
dispersa hermosamente
un perfume
a amado rostro desaparecido


Alejandra Pizarnik

miércoles, 8 de febrero de 2017

Encuentro


Alguien entra en el silencio y me abandona.
Ahora la soledad no está sola.
Tú hablas como la noche.

Te anuncias como la sed.


Alejandra Pizarnik

lunes, 6 de febrero de 2017

Presencia


tu voz
en este no poder salirse las cosas
de mi mirada
ellas me desposeen
hacen de mí un barco sobre un río de piedras
si no es tu voz
lluvia sola en mi silencio de fiebres
tú me desatas los ojos
y por favor
que me hables
siempre



Alejandra Pizarnik

sábado, 4 de febrero de 2017

Silencio


silencio
yo me uno al silencio
yo me he unido al silencio
y me dejo hacer
me dejo beber
me dejo decir

Alejandra Pizarnik

jueves, 2 de febrero de 2017

Quién sabe si la luna


Quién sabe si la luna
no es un globo, que viene de una hermosa ciudad
en el cielo, lleno de gente linda
Y si tú y yo pudieramos entrar en él, si ellos
nos admitieran a mí y a ti en su globo
entonces
ascenderíamos con toda esa gente linda
más alto que las casas, los campanarios y las nubes
Y bogaríamos y bogaríamos lejos, muy lejos
hacia una hermosa ciudad que nadie ha visitado jamás,
donde siempre es Primavera
y todo el mundo está enamorado
y las flores se cortan ellas mismas.

E. E. CUMMINGS

martes, 31 de enero de 2017

Una tarde


Mientras escribe, sin mirar al mar,
siente que la punta de la pluma se estremece.
La marea está subiendo hasta el guijarral.
Pero no es eso. No,
se debe a que en ese momento ella ha decidido
entrar en la habitación sin nada de ropa.
Adormecida, sin saber muy bien
dónde está. Se aparta el pelo de la frente.
Se sienta en el tocador con los ojos cerrados,
la cabeza hacia abajo. Repantigada. La ve
a través del vano de la puerta. Puede
que ella esté recordando lo que ocurrió por la mañana.
Después, abre un ojo y le mira.
Y sonríe dulcemente.

Raymond Carver,

domingo, 29 de enero de 2017

EL POEMA QUE NO ESCRIBÍ


Aquí está el poema que iba a escribir
antes, pero que dejé
porque te levantabas.
Estaba pensando otra vez
en aquella primera mañana en Zurich.
Nos levantamos antes del amanecer.
Durante un instante no sabíamos dónde estábamos.
Salimos al balcón que daba
al río y a la parte vieja de la ciudad.
Allí estábamos, sin más, callados.
Desnudos. Viendo como se aclaraba el cielo.
Tan conmovidos y tan felices. Como si
nos hubieran colocado allí
justo en aquel momento.

 Raymond Carver

miércoles, 25 de enero de 2017

Es maravilloso despertarse juntos

Es maravilloso despertarse juntos
en el mismo minuto; maravilloso oír
la lluvia de pronto cayendo en el techo,
sentir el aire súbitamente limpio
como atravesado por la electricidad
desde una negra malla de cables en el cielo.
Sobre nuestro techo la lluvia silba
y debajo, la mortecina luz de los besos.


Una tormenta eléctrica se acerca o se aleja;
es el aire punzante lo que nos despierta
. Si el rayo golpeara ahora la casa, se deslizaría
por las cuatro bolas de porcelana azul de arriba,
y bajaría del techo y rodearía las vallas,
y como en sueños nos imaginamos
que toda la casa presa en la jaula del ray
o sería deliciosa, más que aterradora;


y desde el mismo punto de vista simple
de la noche y acostada de espaldas
todas las cosas podrían cambiar igual de fácil,
pues siempre habrán de estar esos negros cables
eléctricos colgando para advertirnos. Sin sorpresa
el mundo podría convertirse en algo muy diferente,
tal como el aire cambia o el rayo llega sin que parpadeemos,
 tal como cambian nuestros besos sin pensarlo.

ELIZABETH BISHOP

lunes, 23 de enero de 2017

Un poema de Marichiko


Tu lengua pulsa y me penetra.
Vacía, resplandezco
con giratoria luz, como la vasta

 concha de la perla al abrirse.

KENNETH REXROTH

sábado, 21 de enero de 2017

Cerca, muy cerca pasan

Cerca, muy cerca pasan
la noche los amantes.
Giran juntos
en su sueño,

próximos como dos páginas
de un libro
que se leen una a otra
en la oscuridad.

Cada una sabe todo
lo que la otra sabe,
aprendido de memoria,
de la cabeza a los pies.


ELIZABETH BISHOP

jueves, 19 de enero de 2017

Frente



Mordisqueo tus labios de frambuesa
atrapo el lóbulo de tu deliciosa
orejita derecha
y así
        incitado
                       beso
con extrema dulzura
tus dos dedos de frente.

Rolando Revagliatti

martes, 17 de enero de 2017

Mírame sin parpadear


Mírame sin  parpadear
Somos puntos
Dijo de estrella a estrella mi querida
Dos puntos en el agua de la noche
 
En la escalera del muelle
El verano
La luz capturada por las pupilas
Dos puntos
Pero ésta luz
Persistirá por mil años.




Irina Ermakova

miércoles, 11 de enero de 2017

OLAS ROTAS



Mi piel acaricia al viento.
Absorbe las aventuras
viajeras en sus brazos 


En el remolino de la conciencia
la ilusión es tan palpable
como mi cuerpo. 


En las olas rotas del deseo
sus fotos llegan a la orilla
lisas y redondas como las piedras de la playa.
Místicas y profundas
como las voces de las rocas. 




Birgitta Jóndsdóttir

lunes, 9 de enero de 2017

EL PÁJARO DE FUEGO



El pájaro de fuego
de mi mente enferma,
este gorrión gris
que vive en lo profundo
y me hace temblar
con su continuo pío
pues parece inerme,
necesitado de amor,
a veces tiene una voz
tan tierna y nueva
que bajo su triunfo
dicto el poema.


Alda Merini


sábado, 7 de enero de 2017

CON OTRAS PALABRAS



Siempre he amado tu fondo,
nunca tu forma.
Amo la idea interior,
las raíces profundas y no las hojas.
Me enamora el césped bajo la nieve,
y el brote sin abrir.
No me deslumbra el cuerpo ajeno, 
tampoco sentir su beso.
Contemplo tu belleza,
me emocionan tus palabras.
Aunque no lo sepas.

Me llena el espacio en blanco.


Helena Bonals


jueves, 5 de enero de 2017

FIN DE AÑO



Porque sé que a este amor le pertenecen
los días que me faltan por vivir,
la realidad con su mirada inhóspita,
el deseo que nace de los sueños.
Porque lo sé, porque ya casi todo
pertenece a este amor,
como las realidades que viví,
como los sueños que me quedan.


LUIS GARCÍA MONTERO

martes, 3 de enero de 2017

Ella nunca me dijo

Ella nunca
me dijo
que sus labios
eran alas
para un vuelo
subterráneo
ni que sus ojos
podían atacar
como enjambres
de abejas sin reina 
Nunca me dijo
que sus pechos
eran hostias
de una liturgia
horizontal 
Ella
que suele decirlo todo
o casi todo
jamás mencionó
que amarla era
una ciudadanía.

MAURICIO FELLER




















domingo, 1 de enero de 2017

Compañera de celda


No me obligues a vivir
como si cada instante
fuese la tarea acumulada
que dejamos para el último minuto.

Si quieres ser mi cuerpo
no me robes la calma
ni la penumbra de la tarde
que nace tras la bruma
de un bosque encantado.

He huido tantas veces de ti,
pero siempre estás a mi lado.
Tus rodillas y mi forma de llorar,
tus manos y mi sudor,
tus ojos y mi mirada.

No me obligues a vivir
pensando que no tienes ganas
de hacerte vieja conmigo,
que existo en ti por inercia,
que no te importa que me duela
saberte tan frágil.
He tratado de ignorarte,
de evitar la sensación
de tus dedos
cuando sienten la extrañeza
de unos síntomas grises.

Mi angustia
como un aliento fantasma
se aferra al sueño de la vida
y aprende a sonreír
con tu boca a los médicos.

Si quieres ser mi cuerpo
déjame adormecerme en tus párpados,
soñar que somos una sola,
y tú no me traicionas
en la mesa de un quirófano,
que vas a despertarte conmigo
de la misma pesadilla,
que vas a sentirme
más viva que nunca en tu garganta.

No me obligues a madurar
aprendiendo a leer
el mapa de cicatrices de tu cuerpo,
no quiero reconocer otra herida
ni que confundas
el desamor con las enfermedades
y sus nudos de fiebre.
Que no pague tu cuerpo mis pecados
en el naufragio azul de los océanos,
que la distancia sea
un reloj de metal y una tarde de nieve
donde la vida quiera
aprender a besarme en tus labios.

Ana Merino