Puedes jugar con su cuerpo,
que es joven y ríe, y
quiere
el juego, y no se ha saciado de él.
¿Crees todavía
que en ti hay vicio?
Muestra tu vicio. Date
entero. Si lo
amas,
no ahogues ese temblor:
la curiosidad del cuerpo, que
tú
hace demasiado tiempo que llamas deseo.
Gabriel Ferrater