Si me retas, puedo:
así que ni lo intentes.
No necesito tiempo para quererte,
ni tengo afán de ganarte.
No me enfado si te quedas o te vas,
porque mi felicidad no depende de ti.
Pero si te quedas,
voy a reírme un poco más que siempre
porque no tendré que calentar la cama
y dormir sin medias, alborota mi alegría.
Si te quedas,
podré cerrar los ojos hasta tarde, sin excusas
y tomaré café otra vez,
porque resulta mejor hacerlo para dos.
Si te quedas,
llenaré la tina un poco menos
y jugaré contigo de nuevo con la espuma.
Si te quedas,
no tendré prisa de salir
estaré contigo un rato más
desayunando con tus besos.
Si te quedas,
el mercado, las cuentas sin pagar
y los afanes se irán para mañana:
no pasará nada por un día si te quedas.
Podré romper la rutina de mujer aplicada,
me excusaré en el trabajo
para llenar el día entero de ti.
Pero por favor,
deja la maleta en la puerta,
porque sin dolor
puedo cambiar mi vida por un día,
si no vas a quedarte de verdad.
Irma Cristina Cardona