Quiero llenarte de palabras.
Palabras sucias. Palabras
limpias.
Quiero llenarte hasta que estés
completamente
exhausto de mí.
En el interior de tu cajita,
donde se ahuecan y acomodan las
palabras que elijo regalarte,
hay palabras tan puras que son
impronunciables.
Palabras que llegan desde la mirada hasta adentro,
sin saber
ni siquiera decirlas.
La lengua se me enreda con la tuya y no consigo hablar.
Te
beso,
la caja de palabras se mantiene intacta en tu pecho.
Clara Chachón