jueves, 31 de diciembre de 2020

EL ÉMBOLO BRILLANTE Y ENGRASADO...

 

El émbolo brillante y engrasado
embiste jubiloso la ranura
y derrama su blanca quemadura
más abrasante cuanto más pausado.

Un testigo fugaz y disfrazado
ensaliva y escruta la abertura
que el volumen dilata y que sutura
su propia lava. Y en el ovalado

mercurio tangencial sobre la alfombra
(la torre, embadurnada penetrando,
chorreando de su miel, saliendo, entrando)

descifra el ideograma de la sombra:
el pensamiento es ilusión: templando
viene despacio la que no se nombra.

Severo Sarduy

martes, 29 de diciembre de 2020

Las dos

 Las dos

Conoces a la yo calma,
a la coqueta inofensiva,
diurna y musical.
Quién sabe cuándo aflore
la maliciosa,
viperina y vengativa.
Pero sé que ambas se hurgan
el sexo.
Y se huelen los dedos.

 Julia Santibáñez

domingo, 27 de diciembre de 2020

Pandémica y celeste

 

Pandémica y celeste

Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
a ser posiblemente jóvenes:
yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.

¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento
igual deslumbramiento que a los veinte años!

Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.

Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones.

 Gil de Biedma

viernes, 25 de diciembre de 2020

UN MOMENTO ESTOY SOLO: TÚ ALLÁ ABAJO

 

Un momento estoy solo: tú allá abajo
te ajetreas en torno de mi cosa,
delicada y voraz, dulce y fogosa,
embebida en tu trémulo trabajo.

Toda fervor y beso y agasajo
toda salivas suaves y jugosa
calentura carnal, abres la rosa
de los vientos de vértigo en que viajo.

Mas la brecha entre el goce y la demencia,
a medida que apuras la cadencia,
intolerablemente me disloca,

y al fin me rompe, y soy ya puro embate,
y un yo sin mí ya tuyo a ciegas late
gestándose la noche de tu boca.

Tomás Segovia

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Rabia de Vida

 

Quiero que te deslices

como un pez sobre mi cuerpo,

escurridizo entres en mí

y me hagas dentro un mar.


Julia Santibáñez

lunes, 21 de diciembre de 2020

Te besaré largamente

 

Te besaré largamente
mis animales sueltos en el interior de tus sentidos
amándote en tus entrañas
como esquirlas de luz
Te besaré
atravesaré tu cielo
me internaré en tus ramas
circularé en tus líquidos
surgiré de la yema de la corteza de tu tronco
me alimentaré de tu jardín
Tu voz en las colinas
y los campos inmensos
como tú los pensaste
tus animales sueltos en el interior de mis sentidos
amándome en mis entrañas
como certeza
como fruto  como señal de territorio
Tu voz en las colinas
y los campos inmensos
bajo este cielo púrpura
esta delicia o cause a mitad de la lluvia
a mitad del océano
porque tu árbol enraiza
en medio de mi vientre
y esta tierra te vive
en el principio y el fin

Minerva Margarita Villarreal

sábado, 19 de diciembre de 2020

BACTERIA

 Son tus marcas las que surcan mi epidermis.
Son señales de mi ausencia de este mundo.
Del poseso que se enfrenta a la cicuta de tu ausencia,
de ese hueco que no alcanza a descifrar cómo sales de la almendra que te tallo.
Deseo con avidez tus pliegues que contengan mis anhelos,
Devorar uno a uno tus respiros,
arrojarme a tus pisadas y colar mi esencia por tus dedos,
hallar algún resquicio y penetrar, como bacteria, en tu interior.
Colarme por tus venas, por tus ritmos.
Infectar con mi presencia tus funciones.
Estar presente cuando comes, cuando bebes, cuando sueñas.
Ser parásito intangible, certero en mis afanes, logrando que respires mi memoria,
que en tu bilis se esculpan mis facciones,
que en tus nervios transiten mis sentencias.
Y que sean mis marcas las que surquen tu epidermis
señales de que vives en mi mundo
y seas poseso que se enfrenta a la cicuta de mi ausencia.

 

ROXANA ELVRIGDE-THOMAS

jueves, 17 de diciembre de 2020

AMORETO V


Quiero ver en tus ojos el destello,
la inquietud de mi fibra, el rocío
en tus manos asidas a mi río,
el recodo en que habita lo más bello.

Quiero ser en la sangre de tu sello
hoja hueva en el vaso antes vacío,
ser, amor, tu sabor en el estío,
la delicia en el pulso de tu cuello.

Quiero andar tu sudor y tu saliva,
atreverme a probar el agua viva
que en tu beso refleja la dulzura

del estanque aromado y su tersura;
agua rauda y ardiente que cautiva
brillo de agua que colma mi hendidura.

ETHEL KRAUZE,

martes, 15 de diciembre de 2020

PUEDO ACARICIARTE DIJO ÉL

 

puedo acariciarte dijo él
gritaré dijo ella
sólo una vez dijo él
es divertido dijo ella

puedo tocarte dijo él
cuánto dijo ella
mucho dijo él
por qué no dijo ella

vámonos dijo él
no demasiado lejos dijo ella
qué es demasiado lejos dijo él
donde tu estás dijo ella

puedo quedarme dijo él
cómo dijo ella
así dijo él
si me das un beso dijo ella

puedo moverme dijo él
me quieres dijo ella
si lo estás deseando dijo él
pero me estás matando dijo ella

pero la vida es así dijo él
pero y tu mujer dijo ella
ahora dijo él
oh dijo ella

estupendo dijo él
no te detengas dijo ella
oh no dijo él
más despacio dijo ella

¿te corres? dijo él
ummm dijo ella
¡eres divina! dijo él
eres Mío dijo ella

 E.E.Cummings

domingo, 13 de diciembre de 2020

ME GUSTAN LOS DÁTILES

 

Lo que sé de los dátiles no es mucho:
que son dulces, que crecen en racimos,
que la palabra dátil significa dedo
y señala hacia arriba,
que se recogen en otoño
y que sabes a ellos los domingos
cuando no hay prisas tras el desayuno.

 

David Hernández Sevillano

viernes, 11 de diciembre de 2020

CONQUISTADOR

 

Cuando me tiene vista
como presa segura
avanza tu falo
descubriendo sus virtudes
trae en su médula
néctar de un principio
y palpitar de un fin
Tímido meñique adormecido
al rozarme
gallardo índice certero
Voz erguida articulando callada conquista
Devoto a la vigilia
arrastra
por los pliegues de mi sombra
rumor de un anhelo
Ávido ofidio
buscando en mi selva
la dulce fruta jugosa
raíz de mi ardor
Llave que se acopla
a mi cerradura
se abisma en mi secreto
y me inunda y dobla mi frente
con su cálido soplo desgajante

DINA POSADAS


miércoles, 9 de diciembre de 2020

CÚBREME, AMOR, EL CIELO DE LA BOCA...

 


Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.

Alóquemelo, amor, su sal, aloca
Tu lancinante aguda flor suprema,
Doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.

¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,

para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva! 

Rafael Alberti

lunes, 7 de diciembre de 2020

MAGIA ERÓTICA

 

Me disuelvo
en la magia
giro
en medio del fruto
pulposo
oigo
el suave ruido
de la brasa encendida
el lenguaje húmedo
anclado en la boca.

Un tambor anuncia
tu pulso
tu obscuro río.

Cerrados los ojos
te miro
me miro
honda ceniza soy
ahora

Carmen Matute

sábado, 5 de diciembre de 2020

CIBELES ANTE LA OFRENDA ANUAL DE TULIPANES

 

Desprendida su funda, el capullo,
tulipán sonrosado, apretado turbante,
enfureció mi sangre con brusca primavera.
Inoculado el sensual delirio,
lubrica mi saliva tu pedúnculo;
el tersísimo tallo que mi mano entroniza.
Alta flor tuya erguida en los oscuros parques;
oh, lacérame tú, vulnerada derríbame
con la boca repleta de tu húmeda seda.
Como anillo se cierran en tu redor mis pechos,
los junto, te me incrustas, mis labios se entreabren
y una gota aparece en tu cúspide malva.

Ana Rossetti

jueves, 3 de diciembre de 2020

MI OSADÍA

 

Enredo mi osadía entre tus sábanas
y el tacto ireverente de mis manos
busca el latido de tu sangre
y por el laberinto de mi cuerpo
arden las llamas inmisedicordes
y la moderación es utopía.

Crepitan las candelas desbodando la noche,
mi voluntad ya no me pertenece.

Y me ovillo en tus brazos
mientras me habitan en mi entraña
agitadas palomas surcando las alturas.

ROSARIO BERSABÉ

martes, 1 de diciembre de 2020

Esa flor instantánea

 

Miedo a perderse ambos, 

vivir el uno sin el otro: 

miedo a estar alejados 

en el viento de la niebla, 

en los pasos del día, 

en la luz del relámpago, 

en cualquier parte. Miedo 

que les hace abrazarse, 

unirse en este aire 

que ahora juntos respiran. 

Y se buscan y se buscan 

esa flor instantánea 

que cuando se consigue 

se deshace en un soplo 

y hay que ir a encontrar otras 

en el jardín umbrío. 

Miedo; bendito miedo 

que propicia el deseo 

la agonía y el rapto, 

de los que mueren juntos 

y resucitan luego.

José Agustín Goytisolo 



domingo, 29 de noviembre de 2020

A quien, no obstante, tan deliciosos placeres debo

 

Y esa tan transparente neblina que su lengua

extendió sobre mí... labor concupiscente,

minuciosa e inútil, pues el bello prosélito

¿me atreveré a decirlo? es que es tan impotente

como adorable es. Por ello, aún intacto

conservo el corazón de mi valiosa orquídea

(falsas futuras nupcias blancas) y, así, entre tanto,

mi precioso tormento, recibo tus bombones

y mis ingles remojo detrás de cada cita

con abluciones vanas. Pero, tonto muchacho,

no te avergüences si, de pronto, no se abulta tu pretina,

ni tu enarbolado furor puede,

impasible, horadarme la membrana

y arrancar de mi carne el clásico aspaviento.

Y no te desesperes si no soy despojada

aún de aquello que, sobrepasando el tiempo

que la edad aconseja y Cupido consiente,

fiel guardo en el ardiente túnel. Ya custodiada

mi pelvis por amor tan incauto cerrada

permanece, mi escudo, sabrosa precaución!

Hundamos nuestras bocas en la fresca reseda

de nuestros célibes y ocultos sitios

y tú, tonto muchacho, si encuentras resistencia

en donde tu ternura esperaba verterse,

torpemente no insistas empeñado en robarme

unas gotitas rojas y un agudo gritito,

pues no soportarías placer tan cruento.

 

Ana Rossetti

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

Collige, virgo, rosas

 


Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.

Córtalas a destajo, desaforadamente,

sin pararte a pensar si son malas o buenas.

Que no quede ni una. Púlele los rosales

que encuentres a tu paso y deja las espinas

para tus compañeras de colegio. Disfruta

de la luz y del oro mientras puedas y rinde

tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico

que va por los jardines instilando veneno.

Goza labios y lengua, machácate de gusto

con quien se deje y no permitas que el otoño

te pille con la piel reseca y sin un hombre

(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.

Y que la negra muerte te quite lo bailado.

 

Luis Alberto de Cuenca

 

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Diario de un seductor

 No es tu sexo lo que en tu sexo busco

sino ensuciar tu alma:

desflorar

con todo el barro de la vida

lo que aún no ha vivido.


Leopoldo María Panero

lunes, 23 de noviembre de 2020

XIII

 


  Pienso en tu sexo.
Simplificado el corazón, pienso en tu sexo,
ante el hijar maduro del día.
Palpo el botón de dicha, está en sazón.
Y muere un sentimiento antiguo
degenerado en seso.

  Pienso en tu sexo, surco más prolífico
y armonioso que el vientre de la Sombra,
aunque la Muerte concibe y pare
de Dios mismo.
Oh Conciencia,
pienso, sí, en el bruto libre
que goza donde quiere, donde puede.

  Oh, escándalo de miel de los crepúsculos.
Oh estruendo mudo.

  ¡Odumodneurtse!

 

César Vallejo

sábado, 21 de noviembre de 2020

DÉJAME SER EL LOBO

  Desde el lado obscuro

de tu piel

me iluminas.

Déjame ser el lobo

—sombra de sed y perro y hambre—

que entra en la noche

de tu cuerpo

con pasos húmedos,

titubeantes,

por tu bosque incierto

—tu olor a mar me guía hacia tu oleaje—

para tocar adentro

la luna creciente

de tu sonrisa.

Déjame conocer

—con lengua incluso—

la obscuridad

más honda,

la más callada,

e invocar

con movimientos

repetidos,

rituales como aullidos,

la luna llena

de tu cuerpo,

la que me lleva a ti

como si fuera yo,

en tus manos,

agua

que conviertes en marea

iluminada.

 Alberto Ruy Sánchez


jueves, 19 de noviembre de 2020

QUIERO HACER CONTIGO TODO LO QUE LA POESÍA AÚN NO HA ESCRITO

 Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.

Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
—en mi vida—
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.

Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.

Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.

Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.

Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.

Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.

Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.

 Elvira Sastre


martes, 17 de noviembre de 2020

PALABRAS

 

Quiero llenarte de palabras.
Palabras sucias. Palabras limpias.
Quiero llenarte hasta que estés completamente
exhausto  de mí.

En el interior de tu cajita,
donde se ahuecan y acomodan las palabras que elijo regalarte,
hay palabras tan puras que son impronunciables.

Palabras que llegan desde la mirada hasta adentro,
sin saber ni siquiera decirlas.

La lengua se me enreda con la tuya y no consigo hablar.
Te beso,
la caja de palabras se mantiene intacta en tu pecho.


Clara Chachón

domingo, 15 de noviembre de 2020

NOVIEMBRE, 15

 

Con esta sola mano
me fatigo al amarte desde lejos.
Tendido bajo el viejo ventanal,
espero a que el sudor se quede frío,
contemplo el laberinto de mis brazos.
Soy dueño de un rectángulo de cielo
que nunca alcanzaré.
Pero debemos ser más objetivos,
olvidar los afanes, los engaños,
el inútil deseo de unos versos
que atestigüen la vida. Celebrar
el silencio de un cuerpo satisfecho,
esa altura sin dios a la que llega
nuestra carne mortal. Saber así
la plenitud que algunos perseguimos:
un hombre, bajo el cielo, ve sus manos.

Vicente Gallego



viernes, 13 de noviembre de 2020

Hay un deseo que nace donde la carne ya no siente

 


Hay un deseo que nace donde la carne ya no siente,
donde se agarra el alma
a lo invisible.
Allí las bestias se callan,
enmudecen su lamento
en el silencio amaestrado.
Hay un deseo que no es
de la piel,
ni de la boca.
Sólo de un lugar que nadie conoce, en el que
como una bestia con fiebre,

palpita el pobre corazón humano.


Phil Camino

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Esta tarde

 


Ahora quiero amar algo lejano…
algún hombre divino
que sea como un ave por lo dulce,
que haya habido mujeres infinitas
y sepa de otras tierras, y florezca
la palabra en sus labios, perfumada:
suerte de selva virgen bajo el viento…

Y quiero amarlo ahora. Está la tarde
blanda y tranquila como espeso musgo,
tiembla mi boca y mis dedos finos,
se deshacen mis trenzas poco a poco.

Siento un vago rumor… Toda la tierra
está cantando dulcemente… Lejos,
los bosques se han cargado de corolas,
desbordan los arroyos de sus cauces
y las aguas se filtran en la tierra
así como mis ojos en los ojos
que estoy soñando embelesada…

Pero…
ya está bajando el sol tras de los montes,
las aves se acurrucan en sus nidos,
la tarde ha de morir y él está lejos…
lejos como este sol que para nunca
se marcha y me abandona, con las manos
hundidas en las trenzas, con la boca
húmeda y temblorosa, con el alma
sutilizada, ardida en la esperanza
de este amor infinito que me vuelve
dulce y hermosa…

  Alfonsina Storni

 



lunes, 9 de noviembre de 2020

ARRUGAS

Ahora que declina el día
y en tus ojos se echan a dormir
suaves líneas de tierra lejana
y playa,

ahora que en torno a tus labios
reposan sonrisas antiguas
y del hogar los besos últimos
de amor,

ahora más que nunca te deseo:
deseo tu sed, tu voz, tu tiempo,
y tu cuerpo que ya es más tacto mío
que cuerpo.


Dalia Alonso


sábado, 7 de noviembre de 2020

Como una sola flor desesperada


Lo quiero con la sangre, con el hueso,
con el ojo que mira y el aliento,
con la frente que inclina el pensamiento,
con este corazón caliente y preso,

y con el sueño fatalmente obseso
de este amor que me copa el sentimiento,
desde la breve risa hasta el lamento,
desde la herida bruja hasta su beso.

Mi vida es de tu vida tributaria,
ya te parezca tumulto, o solitaria,
como una sola flor desesperada.

Depende de él como del leño duro
la orquídea, o cual la hiedra sobre el muro,
que solo en él respira levantada.

 

Juana de Ibarbourou


jueves, 5 de noviembre de 2020

Canción

 


la belleza es una concha
procedente del mar
donde gobierna triunfante
hasta que el amor la moldea a su gusto

almejas y
manos de león
esculpidas sobre la melodía
de las olas al retirarse

acentos que no mueren,
repetidos hasta
que el oído y la mirada yacen
juntos en la misma cama


WILLIAM CARLOS WILLIAMS,

martes, 3 de noviembre de 2020

Poética

 

La poesía se escribe

con la propia vida

de quien la sueña

es de quien la trabaja

como la tierra que se siembra

a veces no es de quien la escribe

sino de quien la enamora

la poesía nace desde el fondo

de sí mismo como desde el fondo

de los ojos de una muchacha

no tiene partido pero

a veces se adhiere

a causas perdidas

y se escribe con ternura

como la que tienes

cuando ella te abraza desnuda.


Antonio Acevedo



jueves, 1 de octubre de 2020

Transfiguración

 


Siento tu cuerpo entero junto al mío;
tu carne
es
como un ascua,
fresca e imprescindible
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos,
y viven
su transfiguración,
y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega,
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento,
¡al fin!
esa frescura súbita

como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo,
y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable-
mente cediendo,
hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve al cuerpo,
y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.


 Luis Rosales

martes, 30 de junio de 2020

PROMESAS


     
Te prometí hacerte feliz,
me prometiste hacerme feliz,
mas deberías saber
que todo el amor del mundo no basta
para hallar los límites del alma,
para abrazar la paz de una arboleda,
para cruzar el fuego que no quema,
para sepultar las alas de Ícaro,
que tanto y tanto pesan,
en el fondo del abismo.

Te prometí hacerte feliz,
mas deberías saber
que cada uno ha de aprender
a hacerse feliz a sí mismo.

Yolanda Gelices




domingo, 28 de junio de 2020

EL MODO DE TOCAR TUS LABIOS



Y si el verso,
si estas sílabas desnudas,
fueran el modo
de entregar el enigma transparente de mi cuerpo
al viento,
para que tú lo recojas
con tu río de fuerza
y tus manos de plata.

Y si es posible,
que entre tímidos paisajes de palabras,
los cuerpos se encadenen dulcemente,
si entre los murmullos de lluvia
esparcidos en estas páginas de agua,
los cuerpos estallan en un halo incandescente,
reunidos en la cima del mar más alejado,
conscientes de que entre sus dedos tiembla
la eterna pureza de un camino inaccesible.

Yolanda Gelices

viernes, 26 de junio de 2020

LENCERÍA NEGRA



Me desvestiré sin prisa
como sé que tu sed desea,
desabrocharé la blusa, borrando los ojales,
hora a hora,
encadenada al impulso
de la corriente azul que traspasa mis dedos.
Deslizaré despacio las sedosas medias,
hasta dejar desnudos
los pies de escamas blancas
que sepan improvisar abrazos
sobre el itinerario íntimo   de tus espumas.
Y mi cuerpo
absorto frente a la alegría de tus ojos,
se vestirá con tu  piel
haciéndose, por fin, destino de tus manos.

Yolanda Gelices




miércoles, 24 de junio de 2020

VESTIDO ROJO



Esta mañana de sol el amor se desliza por el agua,
se desliza por el aire como una intensa sonrisa.
Aquel hombre ni se imagina
que esta noche
seré sumisa boca,
caderas poderosas,
ardiente piel inconsciente,
bajo el vestido rojo que ahora castamente me recubre.

Y seré otra mujer,
otra mujer sin el más mínimo pudor,
revestida de rojo por dentro,
indefinidamente fascinada en la búsqueda,
en la hondura,
de ese espacio irisado
que es delicia y paraíso.

Yolanda Gelices




lunes, 22 de junio de 2020

Arrebátame, amor, águila esquiva


Arrebátame, amor, águila esquiva,
mátame a desgarrón y a dentellada,
que tengo ya la queja amordazada
y entre tus garras la intención cautiva.

No finjas más, no ocultes la excesiva
hambre de mí que te arde en la mirada.
No gires más la faz desmemoriada
y muerde de una vez la carne viva.

Batir tu vuelo siento impenetrable,
en retirada siempre y al acecho.
Tu sed eterna y ágil desafío.

Pues que eres al olvido invulnerable,
vulnérame ya, amor, deshazme el pecho
y anida en él, demonio y ángel mío.


Antonio Gala

sábado, 20 de junio de 2020

Tú me abandonarás en primavera


 ya te has ido..
Tú me abandonarás en primavera,
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presienta la cosecha venidera.

Creerá el olivo de la carretera
ya en su rama los frutos verdeados.
Verterá por maizales y sembrados
el milagro su alegre revolera.

Tú me abandonarás. Y tan labriega
clareará la tarde en el ejido,
que pensaré: Es el día lo que llega.

Tú me abandonarás sin hacer ruido,
mientras mi corazón salpica y juega
sin darse cuenta de que ya te has ido..

Antonio Gala



jueves, 18 de junio de 2020

SIERRA DE CÓRDOBA



 
El olvido no existe. La belleza
se añora sin cesar y se persigue:
memoria y profecía de sí misma.
La belleza es un sino, lo mismo que la muerte.
Teníamos once años,
y la palabra abril significaba
igual para los dos…

Puede el amante
dejar de amar, pero, ay, amará siempre
el tiempo en el que amó:
cuando, al amanecer,
cabía el mundo entero
dentro de una mirada;
cuando rompió a cantar
lo que no se sentía con fuerza de decir.

Antonio Gala



martes, 16 de junio de 2020

Agua me daban a mí.


Agua me daban a mí.
Me la bebí.
No se qué cosa sentí.
A orillas del mar amargo,
por el alba de Abril,
labios de arena y espuma,
agua me daban a mí.
La llama contra la llama,
el clavel sobre el jazmín,
al mediodía de Agosto
me la bebí.
En qué breñal se echaba
la tarde a malmorir.
Cuando se helaron las fuentes
no sé qué cosa sentí.

Antonio Gala

domingo, 14 de junio de 2020

EL DESIERTO DE MI ISLA




Soy una isla.

Todos quieren llegar,
traerse un libro,
algo de comida
y un amor.

Imaginan los árboles,
piensan en el mar que no se vacía,
son capaces de tumbarse sobre
mi arena
y dejarse ser por completo
porque es terriblemente sencillo:
en mí no existen los espejos,
cuido con esmero la contracción del paisaje,
acaricio el pasado y los errores ajenos,
marco el camino y no el tesoro
y me mantengo siempre estática,
sin hacer ruido, sin causar peligro,
esperando el golpe con las palmas abiertas.

Es fácil querer llegar.
Querer quedarse es igual de fácil
que ahogarse en una gota
de agua.

Es así: todos quieren llegar
y, sin embargo,
todos quieren irse
en el momento en el que llegan.

Quizá sea por el olor a polvo que me cubre,
por el viento que va dejando partes de mí
en cada trozo de tierra que piso
y me devuelve incompleta a la orilla,
por el cansancio de mis ojos
que siempre están en otra parte
o, quizá, porque nadie quiere vivir
en un lugar deshabitado.

Nadie quiere estar en una isla desierta
cuando se hace de noche.

Elvira Sastre 



sábado, 13 de junio de 2020

ERES



Eres mi mar
en mi arena,
mi sueño
en noches bellas.
Eres horizonte
en mi cielo,
mi gritar
en días de silencio.
Eres vela
en mi barca,
viento
en mi pensamiento.
Eres mi sol
en noches oscuras,
vacías...
de lunas.
Eres deseo
eterno...
como rocío pegado,
a los cristales
de mi alma.
Eres...
sin ser,
soy...
sin tenerte.
Sólo ERES...

Isabel Miralles




viernes, 12 de junio de 2020

YO NO QUIERO SER RECUERDO



A la mierda el conformismo:
Yo no quiero ser recuerdo
Quiero ser tu amor imposible,
Tu dolor no correspondido,
Tu musa más puta,
El nombre que escribas en todas las camas
Que no sean la mía,
Quien maldigas en tus insomnios
Quien ames con esa rabia que solo da el odio.

Yo no quiero
Que me digas que mueres por mí,
Quiero hacerte vivir de amor,
Sobre todo cuando llores,
Que es cuando más viva eres.

Yo no quiero
Que tu mundo se dé la vuelta
Cada vez que yo me marche,
Quiero que darte la espalda
Solo signifique libertad
Para tus instintos más primarios.

Yo no quiero
Quitarte las penas y condenarte,
Quiero ser la única
De la que dependa
Tu tristeza
Porque esa sería
La manera más egoísta y valiente
De cuidar de ti.

Yo no quiero hacerte daño,
Quiero llenar
Tu cuerpo de heridas
Para poder lamerte después,
Y que no te cures
Para que no te escueza.

Yo no quiero
Dejar huella en tu vida,
Quiero ser tu camino,
Quiero que te pierdas,
Que te salgas,
Que te rebeles,
Que vayas a contracorriente,
Que no me elijas,
Pero que siempre regreses a mí para encontrarte.

Yo no quiero prometerte,
Quiero darte
Sin compromisos ni pactos,
Ponerte en la palma de la mano
El deseo que caiga de tu boca
Sin espera,
Ser tu aquí y ahora.

Yo no quiero
Que me eches de menos,
Quiero que me pienses tanto
Que no sepas lo que es tenerme ausente.

Yo no quiero ser tuya
Ni que tú seas mía,
Quiero que pudiendo ser con cualquiera
Nos resulte más fácil ser con nosotras.

Yo no quiero
Quitarte el frío,
Quiero darte motivos para que cuando lo tengas
Pienses en mi cara
Y se te llene el pelo de flores.

Yo no quiero
Viernes por la noche,
Quiero llenarte la semana entera de domingos
Y que pienses que todos los días
Son fiesta
Y están de oferta para ti.

Yo no quiero
Tener que estar a tu lado
Para no faltarte,
Quiero que cuando creas que no tienes nada
Te dejes caer,
Y notes mis manos en tu espalda
Sujetando los precipicios que te acechen,
Y te pongas de pie sobre los míos
Para bailar de puntillas en el cementerio
Y reírnos juntas de la muerte.

Yo no quiero
Que me necesites,
Quiero que cuentes conmigo
Hasta el infinito
Y que el más allá
Una tu casa y la mía.

Yo no quiero
Hacerte feliz,
Quiero darte mis lágrimas
Cuando quieras llorar
Y hacerlo contigo,
Regalarte un espejo
Cuando pidas un motivo para sonreír,
Adelantarme al estallido de tus carcajadas
Cuando la risa invada tu pecho,
Invadirlo yo
Cuando la pena atore tus ojos.

Yo no quiero
Que no me tengas miedo,
Quiero amar a tus monstruos
Para conseguir que ninguno
Lleve mi nombre.

Yo no quiero
Que sueñes conmigo,
Quiero que me soples
Y me cumplas.

Yo no quiero hacerte el amor,
Quiero deshacerte el desamor.

Yo no quiero ser recuerdo,
Mi amor,
Quiero que me mires
Y adivines el futuro.

Elvira Sastre







jueves, 11 de junio de 2020

MI AMOR TAN SÓLO ROZA TUS RAÍCES



Mi amor tan sólo roza tus raices.

Dentro del bosque de los grandes árboles,
yo elegí amar aquel que estaba prohibido

y bajo tu sombra grandiosa
florezco indefinidamente

Hacia lo alto te observo,
hermoso, infinito y creciente

Y no te envuelvo con mis besos,
para no detenerte...

Lucía Muñiz

miércoles, 10 de junio de 2020

ALGUN DÍA…



Algún día encontraré una palabra
que penetre en tu vientre y lo fecunde,
que se pare en tu seno
como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo.

Hallaré una palabra
que detenga tu cuerpo y lo dé vuelta,
que contenga tu cuerpo
y abra tus ojos como un dios sin nubes
y te use tu saliva
y te doble las piernas.
Tú tal vez no la escuches
o tal vez no la comprendas.
No será necesario.
Irá por tu interior como una rueda
recorriéndote al fin de punta a punta,
mujer mía y no mía

y no se detendrá ni cuando mueras.

Roberto Juarroz

martes, 9 de junio de 2020

TU CUERPO ES UNA VASIJA DE ÉXTASIS



Tu cuerpo es una vasija de éxtasis
en mis manos de orfebre

yo te recorro vacilante
con el temor a los caminos inciertos

saboreando tus gemidos,
en el silencio, dispersos

mientras tu piel se abre en delicias prohibidas
le doy forma final a tu figura

y en medio de la noche humeda

te enciendes
te quiebras
y estallas

empapado de ternura

Lucía Muñiz

lunes, 8 de junio de 2020

DESORDENADAMENTE





Tus ojos
que están llenos de selvas y son un manifiesto,
desordenadamente
me hacen aventurero
y revolucionario.


LUIS GARCÍA MONTERO

viernes, 5 de junio de 2020

Para entrar en tus sueños


Me gustaría verte dormir,
aunque podría no suceder.
Me gustaría mirarte
durmiendo. Me gustaría dormir
contigo, para entrar
en tus sueños mientras su suave ola oscura
se desliza por mi cabeza,

y para caminar contigo a través de ese resplandeciente
bosque tembloroso de hojas azules y verdes
con su sol diluido y sus tres lunas
hacia la cueva donde debes descender,
hacia el peor de tus miedos,

me gustaría darte la rama
de plata, la pequeña flor blanca, la única
palabra que va a protegerte
de la aflicción en el centro
de tus sueños, de la aflicción
en el centro. Me gustaría seguirte
otra vez por las largas
escaleras y convertirme
en el bote que te lleve remando con cuidado
de vuelta, una llama
en dos manos ahuecadas
hasta donde tu cuerpo descansa
junto al mío, y entras
en él tan fácilmente como en un respiro,

me gustaría ser el aire
que te habita solo por
un momento. Me gustaría pasar así de inadvertida
y ser así de necesaria.

Margaret Atwood

miércoles, 3 de junio de 2020

MUSA



Era más hermosa que el sol
y yo aún no tenía 16 años.
24 han pasado
y sigue a mi lado.

A veces la veo caminar
sobre las montañas: es el ángel guardián
de nuestras plegarias.
Es el sueño que regresa

con la promesa y el silbido.
El silbido que nos llama
y que nos pierde.
En sus ojos veo los rostros

de todos mis amores perdidos.
Ah, Musa, protégeme,
le digo, en los días terribles
de la aventura incesante.

Nunca te separes de mí.
Cuida mis pasos y los pasos
de mi hijo Lautaro.
Déjame sentir la punta de tus dedos
otra vez sobre mi espalda,
empujándome, cuando todo esté oscuro,
cuando todo esté perdido.
Déjame oír nuevamente el silbido.

Soy tu fiel amante
aunque a veces el sueño
me separe de ti.
También tú eres la reina de los sueños.

Mi amistad la tienes cada día
y algún día
tu amistad me recogerá
del erial del olvido.

Pues aunque tú vengas
cuando yo vayaMUSA
en el fondo somos amigos
inseparables.

Musa, a donde quiera
que yo vaya
tú vas.
Te vi en los hospitales

y en la fila
de los presos políticos.
Te vi en los ojos terribles
de Edna Lieberman

y en los callejones
de los pistoleros.
¡Y siempre me protegiste!
En la derrota y en la rayadura.

En las relaciones enfermizas
y en la crueldad,
siempre estuviste conmigo.
Y aunque pasen los años

y el Roberto Bolaño de la Alameda
y la Librería de Cristal
se transforme,
se paralice,

se haga más tonto y más viejo
tú permanecerás igual de hermosa.
Más que el sol
y que las estrellas.

Musa, a donde quiera
que tú vayas
yo voy.
Sigo tu estela radiante

a través de la larga noche.
Sin importarme los años
o la enfermedad.
Sin importarme el dolor

o el esfuerzo que he de hacer
para seguirte.

Porque contigo puedo atravesar
los grandes espacios desolados

y siempre encontraré la puerta
que me devuelva
a la Quimera,
porque tú estás conmigo,

Musa,
más hermosa que el sol
y más hermosa
que las estrellas.

Roberto Bolaño

lunes, 1 de junio de 2020

Aún




Qué misterioso era que ambos, en la distancia
casi impensable que nos desunía,
lográramos oírnos y que habláramos
idéntico lenguaje: el que pronto aprendimos
—bastaron la intuición y unas miradas—
en las contadas veces que la suerte
nos dio para sabernos y estar juntos.

Llegaban tus palabras hasta mí
titubeantes y con decisión,
entre fervores y melancolías.
Atravesaban días y noches, cielos, mares,
y al final enhebraban en un mágico hilo
soledades y asombros de uno y otro.
Imprevisiblemente me mostraban
tu mundo remotísimo, tus quehaceres, tu forma
peculiar de evocarme y pronunciarme,
tu intimidad que entonces pude sentir tan mía.

Sí, no ignoro que todo acaso no fue más
que un sueño que soñamos a un tiempo, pero se hizo
muy intensa la vida.
Y aun ahora
no consigo avenirme a dar por bueno
que aquello sucediera y terminara.
Porque no eres recuerdo: todavía
alienta en mi vivir —no en la memoria—
esa fragilidad tan verdadera
que el aire leve mece, pero no quiebra el viento.
Y es tu imagen un claro presente sucesivo
brotando a cada instante, que me causa
emoción, alegría y gratitud.
Y dolor. Y dulzura.


Eloy Sánchez Rosillo


sábado, 30 de mayo de 2020

El centro de la mandala,



Besarte no es la solución
que me penetres y langüetees
¡no es una solución!
Mirarte ha llegado a ser más íntegro
que besarte
un beso es poco para mí
un coito es demasiado poco
un coito no sabe contener ni expresar
ni satisfacer mi sentimiento de ti
La vida y la muerte se anudan
y desarman en ti.


Cecilia Vicuña

jueves, 28 de mayo de 2020

Epigrama


Amo tu deseo cuando
deseas mi cuerpo
como amas mi deseo
cuando deseo tu cuerpo.


Antonio Acevedo

martes, 26 de mayo de 2020

Historia de un amor



Para que yo pudiera amarte
los españoles tuvieron que conquistar América
y mis abuelos
huir de Génova en un barco de carga.
Para que yo pudiera amarte
Marx tuvo que escribir El Capital
y Neruda, la Oda a Leningrado.
Para que yo pudiera amarte
en España hubo una guerra civil
y Lorca murió asesinado
después de haber viajado a Nueva York.
Para que yo pudiera amarte
Catulo se enamoró de Lesbia
y Romeo, de Julieta
Ingrid Bergman filmó Stromboli
y Pasolini, los Cien Días de Saló.
Para que yo pudiera amarte,
Lluís Llach tuvo que cantar Els Segadors
y Milva, los poemas de Bertolt Brecht.
Para que yo pudiera amarte
alguien tuvo que plantar un cerezo
en la tapia de tu casa
y Garibaldi pelear en Montevideo.
Para que yo pudiera amarte
las crisálidas se hicieron mariposas
y los generales tomaron el poder.
Para que yo pudiera amarte
tuve que huir en barco de la ciudad donde nací
y tú resistir a Franco.
Para que nos amáramos, al fin,
ocurrieron todas las cosas de este mundo
y desde que no nos amamos
sólo existe un gran desorden.


Cristina Peri Rossi

domingo, 24 de mayo de 2020

Así



Algunas veces llego
presuroso, rodeo
tus rodillas, toco
tu pelo. ¡Ay Dios, quisiera
decirte tantas cosas!
Te compraré un pañuelo,
seré buen chico, haremos
un viaje….No sé,
no sé lo que me pasa.
Quiero morir así,
así en tus brazos.


José Agustín Goytisolo

viernes, 22 de mayo de 2020

Si mis manos pudieran deshojar



Yo pronuncio tu nombre
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.
¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!


Federico García Lorca

Epigrama



Al existir tú en mí yo existo en ti
como al existir yo en ti tú existe en mi
y yo existo porque tú me piensas
y tú existes porque yo te pienso
pero tú al existir fuera de mí tú no existes
y yo al existir fuera de ti yo no existo
porque yo te hago existir cuando estás tú
dentro de mí porque eres tú que me hace
existir cuando yo estoy dentro de ti.

Antonio Acevedo

lunes, 18 de mayo de 2020

Nuestro amor.


Nuestro amor no está en nuestros respectivos
y castos genitales, nuestro amor
tampoco en nuestra boca, ni en las manos:
todo nuestro amor guárdase con pálpito
bajo la sangre pura de los ojos.
Mi amor, tu amor esperan que la muerte
se robe los huesos, el diente y la uña,
esperan que en el valle solamente
tus ojos y mis ojos queden juntos,
mirándose ya fuera de sus órbitas,
más bien como dos astros, como uno.


 Carlos Germán Belli

sábado, 16 de mayo de 2020

Estoy en ti.



Estoy en ti
buscando vegetales en tu origen.
De tu vientre los musgos si levanto
el árbol humedeces
y transformas,
si canción o río desbordado
te yergues del ritmo
a las orillas.
Estoy en ti
-desnudo-
como niño que juega
a las auroras.
Reverbera la casa con tu nombre
compañera que fuerzas
a erigirme.
Materna niña
nuestra
vuestra,
heme aquí contigo
rescatando la hierba a los umbrales.
 
Óscar Wong

martes, 12 de mayo de 2020

¡Qué carajo!



Fuera vara de nardo, si no fuera
mástil, felicidad, sin par badajo,
dedo de luz divina, ¡qué carajo!
que tan sólo en ausencia sabe a tuera.

Nadie ignore su don, ninguna muera
ajena a las delicias del colgajo,
que en mostrando su afán no habrá destajo
ni hospitalario hogar pondrá barrera.

¡Danzad doncellas junto al palo santo!
Vuestra frente inclinad ante el icono
que izará desigual con vuestro abono.

Pues sólo así sabrá animarse tanto,
rendid honores, gusto, pleitesía,
hasta que os dé tributo en ambrosía.

María Rosal


domingo, 10 de mayo de 2020

SI HAS DE AMARME QUE SEA SOLAMENTE…



Si has de amarme que sea solamente
por amor de mi amor. No digas nunca
que es por mi aspecto, mi sonrisa, el modo
de hablar o por un rasgo de carácter
que concuerda contigo o que aquel día
hizo que nos sintiéramos felices…
Porque, amor mío, todas estas cosas
pueden cambiar, y hasta el amor se muere.
No me quieras tampoco por las lágrimas
que compasivo enjugas en mi rostro…
¡Porque puedo olvidarme de llorar
gracias a ti, y así perder tu amor!
Por amor de mi amor quiero que me ames,
para que dure amor eternamente.
 
 Elizabeth Barret Browning



viernes, 8 de mayo de 2020

INTIMIDAD



Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto

no le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos

pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno

juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga
un vestigio
un abrirse y cerrarse
el paraíso

ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío

quiero que me relates
el duelo que te callas

por mi parte te ofrezco
mi última confianza

estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
     una llama.

Mario Benedetti


miércoles, 6 de mayo de 2020

SERENATA



(Para ti…Luna de mis silencios…
Luna de mis tristezas).
Rayo de luna suave que llegas a mi estancia…
Entre tus velos blancos mi Carne disolved!
Este espíritu puro puede ser la fragancia
del espíritu blanco de tu buena merced!
Rayo de luna suave que llegas a mi estancia
a ponerme de blanco «la tristeza de ser»…
Ya que en tus albos tules soy como una fragancia
¡hazme como una nube que no pueda volver!
Llévame entre los pliegues de tus rasos plateados!
Tómame con tus manos que son flores de amor…
Vedme como una novia con los velos rasgados
y con los azahares deshojados en flor!…
Rayo de luna suave que llegas a mi estancia…
¡Vedme como una novia que no habrá de ser más!
Ya que en tus blancas gasas soy como una fragancia
¡hazme como una nube que no vuelva jamás!

 Olga Acevedo

lunes, 4 de mayo de 2020

LO INACABABLE



No tienes tú la culpa si en tus manos
mi amor se deshojó como una rosa:
Vendrá la primavera y habrá flores...
El tronco seco dará nuevas hojas.
Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.
Tú seguirás tu ruta; yo la mía
y ambos, libertos, como mariposas
perderemos el polen de las alas
y hallaremos más polen en la flora.
Las palabras se secan como ríos
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.
Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!




Alfonsina Storni

sábado, 2 de mayo de 2020

El Surtidor.




¡Tus bellos ojos están cansados, pobre amante!
Quédate mucho tiempo sin volver a abrirlos,
en esa postura descuidada
en que el placer te ha sorprendido.
En el patio el surtidor que murmura
y no se calla ni de noche ni de día,
alimenta dulcemente el éxtasis
en que esta noche me ha sumido el amor.

El ramo abierto
en mil flores
en que la luna alegre
pone sus colores
cae como una lluvia
de largo llanto.

Así tu alma que incendia
la ardiente chispa de los deleites
se lanza, rápida y osada,
hacia los vastos cielos encantados.
Luego, se esparce moribunda,
en una ola de triste languidez
que por una invisible pendiente
baja hasta el fondo de tu corazón.

El ramo abierto
en mil flores
en que la luna alegre
pone sus colores
cae como una lluvia
de largo llanto.

Oh tú, a aquien la noche hace tan bella,
¡qué dulce me resulta, echado cerca de tus pechos,
oír la eterna queja
que solloza en los estanques!
Luna, agua sonora, noche bendita,
árboles que os estremecéis alrededor,
Vuestra pura melancolía
es el espejo de mi amor.

El ramo abierto
en mil flores
en que la luna alegre
pone sus colores
cae como una lluvia
de largo llanto.


Baudelaire

jueves, 30 de abril de 2020

La amada




Aquí, bajo mi frente poseída,
bajo el mar de mis ojos, naufragada,
bajo mi boca cálida, abrazada,
aquí, bajo mi pecho, estremecida;

aquí te quiero, vida sobre vida,
suspiro y risa y fuego y sed calmada,
aquí, entre mis dos brazos, abrazada,
con tu cintura en flor, aquí, ceñida.

Aquí te me destrenzas, te me llegas.
y ahora que ya eres mía y puedo y quieres
te me proclamas casta y te me entregas.

Aquí te me destruyes, te me hieres,
te bebes mi vivir, te me doblegas
-tibia carne de amor- y te me mueres

Antonio Murciano

martes, 28 de abril de 2020

Cuerpo de mujer


Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como una arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡ Ah los vasos del pecho ! ¡ Ah los ojos de ausencia !
¡ Ah las rosas del pubis ! ¡ Ah tu voz lenta y triste !

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
¡ Mi sed, mi ansía sin límite, mi camino indeciso !
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.


Pablo Neruda

domingo, 26 de abril de 2020

Toco tu boca



Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.



Julio Cortázar

viernes, 24 de abril de 2020

Poema sin nombre LXIX

Porque me amas más por mi arcilla que por mi flor; porque más pronto hallo tu brazo cuando desfallezco que cuando me levanto; porque sigues mis ojos a donde nadie se atrevió a seguirlos y regresas con ellos amansados, a salvo de alimañas y pedriscos, eres para siempre el pastor de mis ojos, la lumbre de mi casa, el soplo vivo de mi arcilla.

DULCE MARÍA LOYNAZ

miércoles, 22 de abril de 2020

LIII

Amado mío, dame la rosa de ayer o la de mañana... ¡Y guarda el resto de la primavera!



DULCE MARÍA LOYNAZ

lunes, 20 de abril de 2020

XLVII

Entre tú yo yo van quedando pocas diferencias; tú tienes una cansada ternura, y yo tengo un cansancio enternecido.

DULCE MARÍA LOYNAZ

sábado, 18 de abril de 2020

Enséñame a arder oscuramente


Déjame encenderme en tu oscuridad,
En la luz feroz,
Enséñame a arder oscuramente,
Modela mi llama
En forma de alas
Y purifícala de todo color.
O
Incluso mejor,
Dame una semilla de oscuridad
Para enterrarla en la tierra
Y haz girar más rápido las estaciones
Para que crezca
Y la siembre de nuevo.
Y en la luz feroz
Habrá entonces bosques y campiñas,
Arboledas, huertos, prados y bosques nocturnos.
Una suave oscuridad
En la que podamos morir cuando queramos,
Una oscuridad en la que
No seremos ni hermosos ni buenos,
Sino que únicamente estaremos solos
Y sin tener que mirar;
Al cerrar los ojos, podríamos ver.

Ana Blandiana

jueves, 16 de abril de 2020

Oculto



Quédate en un ángulo
callado de mi pecho
puéblame los labios
a escondidas
desátame las cintas
sin que vea
llena mi tiempo
sin que sienta
Hazte fantasma
en el castillo de mi cuerpo
habítame
láteme
suspira
muerde
toma
después
oculta cada letra de mi nombre
y pierde para siempre
mi memoria.

LIZ DURAND GOYTÍA

martes, 14 de abril de 2020

Tú no puedes quererme


Tú no puedes quererme:
estás alta, ¡qué arriba!
Y para consolarme
me envías sombras, copias,
retratos, simulacros,
todos tan parecidos
como si fueses tú.
Entre figuraciones
vivo, de ti, sin ti.
Me quieren,
me acompañan. Nos vamos
por los claustros del agua,
por los hielos flotantes,
por la pampa, o a cines
minúsculos y hondos.
Siempre hablando de ti.
Me dicen:
«No somos ella, pero
¡si tú vieras qué iguales!»
Tus espectros, qué brazos
largos, qué labios duros
tienen: sí, como tú.
Por fingir que me quieres,
me abrazan y me besan.
Sus voces tiernas dicen
que tú abrazas, que tú
besas así. Yo vivo
de sombras, entre sombras
de carne tibia, bella,
con tus ojos, tu cuerpo,
tus besos, sí, con todo
lo tuyo menos tú.
Con criaturas falsas,
divinas, interpuestas
para que ese gran beso
que no podemos darnos
me lo den, se lo dé.


PEDRO SALINAS 



domingo, 12 de abril de 2020

LO QUE QUEDA DESPUÉS DE LOS VIOLINES



Cuando te olvides de mi nombre,
cuando mi cuerpo sea sólo una sombra
borrándose entre las húmedas paredes de aquel cuarto.
Cuando ya no te llegue el eco de mi voz
ni el resonar cordial de mis palabras,
entonces, te pido que recuerdes que una tarde,
unas horas, fuimos juntos felices y fue hermoso vivir.
Era un domingo en Hampstead, con la frágil primavera
de abril posada sobre los brotes de los castaños.
Pasaban hacia la iglesia apresuradas monjas
irlandesas, niños, endomingados y torpes, de la mano.
Arriba, tras los setos, en la verde penumbra
del parque dos hombres lentamente se besaban.
Tú llegaste, sin que me diera cuenta apareciste y empezamos a hablar
tropezando de risa en las palabras, titubeantes
en el extraño idioma que ni a ti ni a mi pertenecía.
Después te hiciste pequeña entre mis brazos
y la hierba acogió tu oscura cabellera.
A veces las cosas son simples y sencillas
como mirar el mar una tarde en la infancia.
Luego la escalera gris, larga y estrecha,
la alfombra con ceniza y con grasa,
tus pequeños pechos desolados en mi boca.
Sí, a veces es sencillo y es hermoso vivir,
quiero que lo recuerdes, que no olvides
el pasar de aquellas horas, su esperanzado resplandor.
Yo también, lejos de ti, cuando perdida en la memoria
esté la sed de tu sonrisa me acordaré, igual que ahora,
mientras escribo estas palabras para todos aquellos
que un momento, sin promesas ni dádivas, limpiamente se entregan.
Desconociendo razas o razones se funden
en un único cuerpo más dichoso
y luego, calmado ya el instinto
y rezumante de estrenada ternura el corazón,
se separan y cumplen su destino,
sabiendo que quizá sólo por eso
su existir no fue en vano.

JUAN LUIS PANERO

viernes, 10 de abril de 2020

Y que venga la noche


Regálame la risa de tus ojos, 
la tenue luz de tu sonrisa, 
y el milagro de tu nombre 
en mi boca. 
Regálame la humedad de tus besos, 
el tibio manto de tu abrazo,
y el mar embravecido de tu cuerpo 
 junto al mío. 
Regálame el amanecer de tus pasiones, 
el espejo frágil de tus lluvias, 
y tu inocencia hecha mujer 
con mis caricias. 
Regálame tu amor 
amor 
y que venga la noche…
         CARLOS ENRIQUE UNGO 

miércoles, 8 de abril de 2020

Recuerdo de una tarde


Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje
rozado por la yema de los dedos,
son el mejor recuerdo de unos días
conocidos sin prisa, sin hacerse notar,
igual que amigos tímidos.
Fue la tarde anterior a la tormenta,
con truenos en el cielo.
Tú apareciste en el jardín, secreta,
vestida de otro tiempo,
con una extravagante manera de quererme,
jugando a ser el viento de un armario,
la luz en seda negra
y medias de cristal,
tan abrazadas
a tus muslos con fuerza,
con esa oscura fuerza que tuvieron
sus dueños en la vida.
Bajo el color confuso de las flores salvajes,
inesperadamente me ofrecías
tu memoria de labios entreabiertos,
unas ropas difíciles, y el rayo
apenas vislumbrado de la carne,
como fuego lunático,
como llama de almendro donde puse
la mano sin dudarlo.
Por el jardín, el ruido de los últimos pájaros,
de las primeras gotas en los árboles.
Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje, de vello traspasado,
su resistencia elástica
vencida con el paso de los años,
vuelven a ser verdad, oleaje en el tacto,
arena humedecida entre las manos,
cuando otra vez, aquí, de pensamiento,
me abandono en la dura solución de tus ingles
y dejo de escribir
para llamarte.

LUIS GARCÍA MONTERO 

lunes, 6 de abril de 2020

Mujer de estío


Tu cuerpo está hecho de frutas,
exprimes en la noche un olor a duraznos.
Tu beso va por mi garganta
hasta mi corazón, como el agua de un caño.
Tiembla toda mi piel con tu caricia
como al soplo de Dios las alfalfas del campo.
Eres una bandeja de frutas
puesta todos los días a orillas de mis labios.

JORGE CARRERA ANDRADE    

sábado, 4 de abril de 2020

Labios bellos, ámbar suave


Con sólo verte una vez te otorgué un nombre,
para ti levanté una bella historia humana.
Una casa entre árboles y amor a media noche,
un deseo y un libro, las rosas del placer
y la desidia. Imaginé tu cuerpo
tan dulce en el estío, bañado entre las
viñas, un beso fugitivo y aquel   -"Espera,
no te vayas aún, aún es temprano".
Te llegué a ver totalmente a mi lado.
El aire oreaba tu cabello, y fue sólo
pasar, apenas un minuto y ya dejarte.
Todo un amor, jazmín de un solo instante.
Mas es grato saber que nos tuvo un deseo,
y que no hubo futuro ni presente ni pasado.

LUIS ANTONIO DE VILLENA